El Enoturismo, el turismo del vino, se abre paso en Andorra de la mano de varias bodegas de montaña del Principado.
Los vinos de los valles de Andorra son una realidad gracias a varios viticultores autóctonos que han apostado por elaborar un producto de calidad, singular y con una personalidad definida que les da valor añadido para posicionarse en el mercado vitivinícola.
La mejor vía para darse a conocer es mostrar su trabajo y los productos que elaboran desde la tradición, el respeto por el entorno y las nuevas tecnologías aplicadas a la vid.
Se puede participar en las catas que ofrecen nuestros viticultores y visitar las bodegas. Y si se desea también se pueden comprar los vinos de Andorra en las mismas bodegas y en varios comercios gastronómicos del país.
Las bodegas: Borda Sabaté 1944, Casa Auvinyà, Casa Beal y Celler Mas Berenguer.