"Nos mudamos el lunes de la semana pasada y todavía no tenemos gas y por tanto tampoco agua caliente. Al menos en mi caso, ha habido un error porque se han confundido con el número de algunos pisos y eso está retrasando el alta", afirmó Valentina, vecina del barrio. "No puedo guisar, ni fregar los platos, tampoco tengo la cocina instalada y tengo que ir a casa de mi hijo para poder ducharme", añadió.
Otros vecinos aseguraron estar descontentos con el modo en que se ha hecho el traslado a las nuevas viviendas. "A mí me sacaron de la casa antigua el lunes por la tarde pero no me mudaron hasta el martes. Me dejaron durmiendo por la noche en un sillón", afirmó Mari Carmen.
Por su parte, el presidente de la comunidad de vecinos, Carlos Bouzón, señaló que la situación en la que se encuentran es tranquila y que obedece a las circunstancias propias de un cambio de vivienda. "Si te cambias de casa eres tú el que tiene que solicitar el agua, la luz y el teléfono", manifestó. Bouzón aseguró estar contento y agregó que los vecinos "han salido ganando con el cambio" porque ha desaparecido el ruido de los aviones y el valor de sus pisos se ha duplicado.