martes 12 de junio de 2012, 00:00h
No me voy a perder en terminologías que dan tanto juego a distintos sectores críticos de uno u otro color, pero si voy a reflexionar sobre lo que ha ocurrido en estas semanas en nuestro convulso país.
No es baladí recordar que nuestro país lleva en una profundísima ruina en forma de crisis económica muy a pesar de una información que nunca debimos olvidar sobre los “brotes verdes”, y que nuestro país era “el mas solvente económicamente de Europa” hace relativamente poco tiempo; y que esta herencia de penuria que arrastramos no se anula ni remonta de la noche a la mañana. Dicho esto que me parece relevante, muchos quieren hacernos comulgar con ruedas de molino, pero los hechos son los que son. Y por mucho que nos cabreemos, vociferemos, escribamos en redes o algunos se decidan a demandar, la realidad es que algunos banqueros, políticas nefastas y gasto de despilfarro salvaje nos han llevado a la ruina y eso nos obliga a pedir dinero a Europa.
Ahora bien, la segunda parte tras el sí, es la mas importante.
Dado que los intereses de esa línea abierta a nuestra financiación, para los bancos que requieran salvamento económico, los pagaremos al tres por ciento, la gracia no tiene ninguna gracia. Por eso ya en esta ocasión, se necesitan garantías serias de que ese dinero, que no tenemos, servirá a los propósitos destinados. A dar crédito, liquidez y oxígeno vital a las millones de empresas españoles que hoy quedan sin cerrar ahogadas, por esta banca abusona que ha roto el equilibrio de la sociedad, porque todo les parecía poco y esa desmedida ambición fue muy mala consejera.
No servirá de nada si a los mismos gestores, embusteros, consejeros, etc les den aún más liquidez para que vuelvan a quedárselo, como ya hicieron con los 10.000 millones de euros que les inyectó el gobierno de Zapatero.
Por eso yo si que pido a los responsables de gestión económica en España desde el gobierno, que si tienen que controlar, que controlen donde irá todo ese dinero, y que si es necesario intervenir, intervengan; nacionalizar o borrar del mapa a las entidades necesarias. Este es el momento, y de solidaridad con ellos, cero. Ya que estos mismos vieron impasibles como se resquebrajaba todo el entramado social de pymes por falta de crédito y liquidez, sin pestañear.
“Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado” Benjamin Franklin
Malo es que nos rescaten la banca económicamente, porque demuestra nuestra incapacidad manifiesta para salir de nuestro propio hoyo; pero si hay que hacerlo, pedir ayuda a Europa, cuanto antes mejor.
Y si es hoy, mejor que mañana...