La comisaría de Carabanchel ya ha recibido varias denuncias sobre este tema. Los ladrones se han llevado lápidas, crucifijos de cobre y bronce, asas de ataúdes, adornos, marcos de las vitrinas e incluso coronas de flores.
Materiales como el cobre y bronce de los crucifijos son sustraídos para venderse de forma ilegal en las chatarrerías, mientras que las lápidas se ponen a la venta en el mercado negro como futuros nichos. Las flores que se roban pasan el mismo día del robo a manos de mafias que se dedican a suministrar flores a los vendedores ambulantes.
Los hurtos de este tipo se están desarrollando en diversos cementerios madrileños. Hace quince días, agentes de la Policía Nacional detuvieron a cuatro individuos por arrancar varios crucifijos metálicos de las lápidas del cementerio de Vicálvaro e intentar llevárselos en un saco.