La Asamblea General Anual de CEIM celebrada este martes se convirtió en el juego de las sillas entre los políticos invitados al acto. En la mesa principal tomaron posiciones el presidente de la patronal,
Arturo Fernández,
Esperanza Aguirre y
Alberto Ruiz-Gallardón. En la primera fila del auditorio,
Ana Botella, delegada municipal de Medio Ambiente y Movilidad, no quería sentarse en el extremo derecho de la mesa, por lo que cambió su sitio con el de
Javier López (CCOO), que aún no había llegado, para quedar situada entre este y el otro líder sindical de la región,
José Ricardo Martínez (UGT), que a su vez tenía como compañero a su izquierda al vicepresidente regional,
Ignacio González.
Miguel Ángel Villanueva, delegado municipal de Economía, se quedaba descolgado al otro lado de la sala por lo que aprovechó la ausencia final de Javier López para cambiar de sitio y hacer compañía a Botella. En la primera fila también se encontraban el consejero de Economía
Percival Manglano; la responsable de Educación,
Lucía Figar, y la consejera de
Medio Ambiente,
Anabel Mariño.
Antonio Beteta, nuevo responsable de Transportes, no pudo acompañarles y tuvo que buscar asiento en la parte posterior del auditorio, toda vez que uno de los asesores de Esperanza Aguirre había ocupado el único sitio libre.
