Este año se venderán más dulces de Todos los Santos, pese a la crisis
Por MDO/Efe
jueves 30 de octubre de 2008, 00:00h
Los madrileños comprarán estos días 650.000 kilos de dulces típicos de Todos los Santos, lo que supone un consumo ligeramente superior al del año pasado, ya que la crisis económica no afecta al sector pastelero en las grandes festividades, según la Asociación Empresarial de Pastelería Artesana de la Comunidad de Madrid.
Las más de 1.000 pastelerías de la región prevén vender 500.000 kilos de buñuelos de viento, 125.000 kilos de huesos de santo y 25.000 panellets, según indicó el portavoz de la asociación, Esteban Fernández. La crisis, no obstante, sí ha provocado que "ningún pastelero se haya atrevido a subir los precios" este año, a pesar de que el coste de las materias primas se incrementó en verano.
Los buñuelos -masa frita de harina, leche, huevos y azúcar, rellena de crema, nata, chocolate "o lo que se tercie"- siguen siendo el dulce tradicional preferido por los madrileños, debido a que son menos pesados y "acompañan muy bien como postre o merienda", mientras que los huesos de santo son más "pesados" y "empalagosos", según Fernández.
Los buñuelos, de los que se dice que cuando comes uno sacas a un alma del purgatorio, empezaron a consumirse en palacios y conventos durante la Edad Media, y más tarde su elaboración se extendió a casas particulares y después a obradores de pastelería. Fernández asegura que los panellets, una "mezcla de mazapán y huesos de santo" a base de almendra, miel y azúcar, cuentan cada año con más demanda en Madrid, a pesar de su tradición catalana, debido en parte al éxito de su pequeño formato en figuritas y a los sabores incorporados.
Los datos de la Asociación Empresarial de Pastelería Artesana indican que el consumo diario de bollería ha descendido en la Comunidad de Madrid entre un 10 por ciento y un 15 por ciento, si bien esta caída se compensa con el consumo pastelero de los fines de semana y festivos. Según Esteban Fernández, "muchos madrileños que antes (de la crisis) salían de Madrid los fines de semana ya no lo hacen y lo que antes se gastaban fuera ahora se lo gastan en comprar pastelitos para tomar con el café en casa".