El complejo cultural del antiguo matadero de Legazpi suma una nave más a la oferta permanente de artes plásticas y escénicas. La Nave 16 ha sido rehabilitada para albergar el centro Madrid Arte Digital (MAD), que pretende llegar a ser un referente internacional de las nuevas formas del arte. Ya Dalí, en una entrevista concedida en 1981 decía que “el futuro del arte será cibernético”. El genio intuía que las nuevas tecnologías (internet estaba en mantillas) deberían aplicarse a la creación artística.
Para el proyecto que se abrirá al público el próximo viernes, día 4 de marzo, se han invertido tres millones de euros, solo en el acondicionamiento y equipamiento técnico. La inversión ha corrido a cargo de tres empresas privadas: Layers o Reality, SOM Produce y la holandesa Stardust. Durante diez años desarrollarán contenidos que, inicialmente, solo podrán ser vistos en esta nave del matadero.
Los más de 2.000 metros cuadrados disponibles mostrarán distintos contenidos. De momento, para la apertura, se ha elegido una producción audiovisual de las llamadas inmersivas, sobre el mundo del pintor austríaco Gustav Klimt. Sobre los 1.200 metros cuadrados de paredes de la nave -y con doce metros de altura- se proyectarán sus obras y se recreará el ambiente de la Viena del Modernismo. Una exposición que podrá visitarse todos los días a partir de las 10 de la mañana. Además de la proyección inmersiva, la nave dispone de unos de los mayores espacios para disfrutar de la realidad virtual con gafas 3D. Una exposición estática en los corredores complementa la información sobre la era Klimt.

El centro MAD tendrá una programación continuada de actividades y festivales nacionales e internacionales como XR-EDU (dedicado a la educación y las tecnologías de realidad expandida), MIRA.MOV y SONAR.
Contará con residencias artísticas para la creación digital, ocupando la primera de ellas Alba G. Corral, una artista madrileña centrada en la creación del arte generativo a partir de código y ya con una gran trayectoria internacional.
El ayuntamiento de Madrid continua su proyecto de convertir este gran espacio de principio del siglo XX en un vivero de actividades creativas y artísticas en la vanguardia más rabiosa de la creación. Sus teatros, salas de exposiciones, centros de diseño, cineteca o la casa del libro, han contribuido a que la anteriormente degradada zona de Legazpi sea hoy deseada y reconocida nacional e internacionalmente.
Proyectos como Madrid Arte Digital deben servir para atraer al sector más joven de la población, a las generaciones que ya han nacido en la era digital y conocen a la perfección sus códigos y su evolución. Seguramente ellos serán también los que puedan sacar más provecho de esta nave y de todo el mundo digital con que ha sido equipada.