Con los datos que se han hecho públicos relativos a la siniestralidad laboral de los 6 primeros meses del año en la Comunidad de Madrid, desde UGT Madrid consideramos que, tras su análisis, podemos llegar a una serie de conclusiones que nos lleva a reclamar más medios de lucha contra esta lacra.
En primer lugar, hay que decir que los datos no son buenos, porque el número de accidentes laborales registrados en este periodo es elevadísimo. De enero a junio se han registrado un total de 48.262 accidentes, que supone que, en los 181 días transcurridos de 2018 se hayan registrado 266 accidentes laborales por día de media.
En segundo lugar, preocupa al Sindicato la evolución creciente de los accidentes laborales en la Comunidad Autónoma. Han pasado de 45.531 en 2017 a 48.262 en 2018 y un aumento del 6%.
Además, los accidentes laborales han aumentado, excepto en agricultura, en todos los sectores: industria, servicios y construcción. En este último sector, con un aumento muy significativo que supera el 14% respecto a 2017.
En la Construcción se han producido accidentes laborales registrados en 2018 (1er trimestre) frente a 4.480 en el mismo periodo del pasado año.
Si atendemos a la gravedad de los accidentes tampoco los datos son esperanzadores en su evolución. Los accidentes leves han aumentado un 5,9%, los graves un 4,3% y 38 trabajadores han perdido la vida por esta causa en la Comunidad de Madrid (29 en jornada laboral y 9 In – Itinere).
Y es que, como viene denunciado UGT Madrid, la combinación de una legislación que ha restado derechos a los trabajadores y a las organizaciones sindicales para defender y salvaguardar la salud en el trabajo, y el aumento de la actividad laboral como consecuencia de la mejora económica, conduce a que los trabajadores y trabajadoras estén más indefensos y expuestos a sufrir, en mayor número y gravedad, accidentes laborales.
Por otra parte, desde el Sindicato consideramos que, la crisis económica que hemos sufrido y cuyas consecuencias aún sufrimos, ha relajado los niveles de concienciación de lo que llamamos “cultura preventiva” en el seno de las empresas.
Recuperar los niveles pre crisis de concienciación social y empresarial en relación con las graves consecuencias que tienen los accidentes laborales para los trabajadores, para el conjunto de la sociedad y para la propia empresa, obliga a redoblar los esfuerzos de luchar contra los accidentes laborales.
En este sentido, un instrumento que consideramos básico, además de los cambios legislativos que venimos reclamando, es el aumento de la plantilla y los recursos de la inspección de trabajo en la Comunidad de Madrid.
No puede caerse en el derrotismo de que los accidentes laborales son consustanciales con la actividad laboral, y por lo tanto, se haga lo que se haga, no se pueden evitar. Tampoco en una cierta autocomplacencia de saber, es verdad, que tenemos un índice de incidencia menor que otras comunidades autónomas.