La selección española de fútbol buscará dar un golpe en la mesa y mostrar sus credenciales de aspirante a batir este domingo en el Luzhniki de Moscú (16:00 horas/Telecinco) ante la anfitriona Rusia, un rival no tan débil como parecía hace unas semanas.
Dos semanas después de debutar en el torneo ha llegado la primera hora de la verdad para el combinado nacional, que deberá lidiar con la complicación añadida de manejar la presión que supone el cartel de favorita pese a lo ofrecido hasta ahora y el hecho de enfrentarse a un oponente que tendrá el plus de jugar con el apoyo casi total del recinto moscovita, con capacidad para 82.000 personas.
Pero la triple campeona de Europa reúne la experiencia en sus filas para no asustarse ante cualquier tipo de ambiente adverso y lo que necesita es recuperar su mejor versión futbolística. Sin ella, Irán y Marruecos ya hicieron daño.
Los rusos saben además cómo pueden crear problemas a los de Fernando Hierro porque hace ocho meses empataron a tres goles en un amistoso en San Petersburgo, entonces con Julen Lopetegui en el banquillo, siendo capaces incluso de igualar un 0-2 en un choque que demostró las virtudes y carencias de unos y otros, similares a las ofrecidas en esta primera fase.
David de Gea, Sergio Ramos, Gerard Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets y Andrés Iniesta fueron titulares aquel 14 de noviembre y todos apuntan a repetir este domingo en el Luzhniki donde el seleccionador no planea demasiados retoques pese a las dudas ofrecidas en los dos últimos encuentros.
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