Durante su breve discurso de este viernes, Sánchez volvió a desgranar las principales líneas de su acuerdo con Ciudadanos y presentó su candidatura como el cumplimiento de "su deber" con el Rey. El candidato volvió a pedir a los diputados que "voten el cambio" ante una nueva sesión en la que estaba de antemano abocado de nuevo al fracaso, al contar solo con el respaldo de su propio grupo parlamentario y el de Ciudadanos. El líder de este partido, Albert Rivera, apeló de nuevo al diálogo: "Dejen de destruir y empiecen a construir", pidió a los diputados.
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en funciones, le acusó de "utilizar las instituciones para su supervivencia política", "y eso también es corrupción", añadió. Aseguró que su grupo votaría "no" en la investidura porque el PSOE planteaba "la voladura" de las reformas del PP. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, por su parte, rebajó el tono utilizado en el anterior debate para apelar al "amor" con un tono de humor.
Finalmentey y tras una sesión que terminó con algunos momentos de tensión entre los diputados, la votación se saldó con un resultado negativo: 219 votos en contra y 131 a favor.
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