Europa ha podido vislumbrar el primer eclipse lunar total visible desde hace dos años. Un espectáculo en el que la luna se tiñe de 'sangre' por la acción de la atmósfera, que desvía la luz de todos los colores excepto del rojo. Además, el fenómeno ha coincidido con una triple alineación del Sol, la Tierra y Marte, que ha permitido ver a este último planeta en su punto más cercano desde 2003.