El jurado popular de la Audiencia Provincial de Madrid ha declarado al parricida de Collado Villalba, el hombre con problemas mentales que asesinó a su padre en mayo de 2020, culpable de un delito de asesinato con la agravante de parentesco y la eximente incompleta por alteración psíquica.
Tras analizar los hechos expuestos por la fiscalía, el tribunal de jurado ha emitido este martes el veredicto del juicio contra Martín G., de origen argentino. El acusado padece un trastorno psicótico de etiología tóxica, además de un síndrome de dependencia a la cocaína y a cannabinoides.
En el momento que cometió el asesinato, sufrió un brote psicótico. El acusado aseguró escuchar voces en su cabeza en esos momentos. El crimen se produjo al rededor de las 23:45 horas en la calle Camino de la Fonda de Collado Villalba. Tras cometer el homicidio, Martín G., mutiló el cuerpo de su padre cortando las orejas y las manos. Después, pintó una figura geométrica en un cuadro del salón con la sangre de su progenitor.
Las partes, fiscal y abogados, han llegado al acuerdo de que imputado cumpla diez años en prisión e ingrese después en un psiquiátrico penitenciario durante 15 años. Una vez paso el tiempo, estará diez años bajo libertad vigilada y estará obligado a cumplir un tratamiento médico.
Además, se ha acordado que el psiquiátrico remita informes al hermano del acusado, que ejerce la acusación particular, cuando se le deje libre o cuente con un permiso para salir ante el peligro que supondría su puesta en libertad.
En su declaración, el asesino expuso que esa noche había acudido al domicilio de sus padres con la intención de dormir en la casa, pero en ese momento inició una discusión y su madre le rogó que se marchara. Fue la propia mujer la que se vio obligada a abandonar su vivienda. “No tenía bien la cabeza porque escuchaba voces. No era la primera vez”, narró.
En lo referente a los hechos, Martín G., contó que agredió a su padre, de 83 años, con un mando en la cabeza y le apuñaló “varias veces” con una navaja en el estómago tras una pelea por teléfono. Además, explico que usó un hacha y unas tijeras para desmembrarlo.
La Guardia Civil acudió al domicilio, justo en el momento en el que estaba despedazando a su padre, tras alertar la madre de que no podía contactar con su marido.