En este sentido, cada vez más españoles han decidido cambiar las cuchillas desechables por las clásicas formas de afeitarse. Estas son elaboradas en acero, y a diferencia de las desechables o las más modernas, poseen una sola hoja. Debido a la calidad de sus materiales, las maquinillas de afeitar tienen una muy larga vida útil.
Pueden encontrarse en diferentes tamaños y modelos. La elección dependerá de las necesidades de cada usuario, en función del tipo de piel y las características de su barba.
No obstante, todas ofrecen un afeitado superior. Aunque su uso puede implicar una pequeña curva de aprendizaje. Pero, una vez se ha dominado este instrumento, se alcanzan resultados inmejorables. Por su parte, la navaja de barbero, requiere de mayor pericia, pues su manipulación resulta más complicada.
Las maquinillas de afeitar clásicas cuidan la piel
Entre las características más sobresalientes de las maquinillas de afeitar se encuentra su filo. Así, contrario a las maquinas desechables, estas permiten alcanzar un afeitado suave y uniforme en solo una o dos pasadas. Lo que a su vez evita irritaciones y enrojecimientos, ofreciendo de esta forma un mejor cuidado de la piel.
Por estas razones, este tipo de afeitado está especialmente recomendado para los hombres de piel sensible. Además, un paso previo importante en el afeitado con maquinilla clásica son las toallas calientes en el rostro. Esta se coloca antes de proceder a pasar la máquina con la finalidad de que el calor abra los poros y prepare la piel.
Por otra parte, la rutina de afeitado clásico no incluye aerosoles ni espumas artificiales. En su lugar, se emplean cremas y jabones libres de químicos. Con esto se brinda un mejor cuidado a la piel.
Barbas afeitadas perfectamente
La razón por la cual los barberos profesionales, usan las clásicas navajas y maquinillas de afeitar, es que estas ofrecen una tersura insuperable. Esto se debe a que las máquinas tradicionales poseen una sola hoja.
Además, permiten un mejor manejo. Por tanto, sin importar lo complicado o estrecho es posible conseguir un afeitado limpio. A diferencia de las máquinas de dos o tres hojillas que hacen imposible alcanzar ciertos recovecos del rostro. Con las maquinillas de afeitar clásicas se consiguen barbas más simétricas de aspecto profesional.
Una maquinilla para toda la vida
Antes de la llegada de las máquinas desechables, las maquinillas clásicas eran fabricadas con la intención de que estas durarán para toda la vida. Basta con reemplazar la hoja cada cierto número de afeitados, a fin de garantizar acabados óptimos.
No obstante, esto implica un gasto muy por debajo de la compra de máquinas desechables. Así, las hojas de repuestos de una máquina de afeitar clásica alcanzan escasamente los 25 céntimos. Mientras que una cuchilla desechable puede superar los 2,50 euros.
Siendo así, y aunque la maquinilla clásica conlleva una inversión inicial superior, su durabilidad es indiscutible. Por tanto, la maquinilla de afeitar clásica es la opción más económica en el largo plazo.
Rutina relajante
El afeitado clásico, no solo trata de conseguir un afeitado más limpio, sino una piel sana y además ahorrar algunos euros. El uso de maquinilla de afeitar tradicional, conlleva un ritual que otorga a cada hombre un momento para relajarse y despejar su mente.
Parte fundamental de esta rutina es limpiar la cara con agua caliente o depositar sobre la misma una pequeña toalla caliente. Este paso es el primer paso en el proceso de afeitado tradicional. Para ello, se requiere de una toalla de algodón y el aceite esencial que se prefiera.
Así, una de las razones que ha popularizado nuevamente el afeitado tradicional es la sensación de la toalla caliente sobre el rostro. Aromatizada, además, con aceite de lavanda, menta, eucalipto o sándalo.
Una vez se ha preparado la piel, es momento de esparcir la espuma o jabón sobre el rostro, y proceder a afeitar. Una de las mejores maneras de finalizar el afeitado es aplicando loción en el rostro.
Tras haber probado este relajante ritual de afeitado clásico será difícil retomar las prácticas modernas de rasurado. Pues, este es sin duda alguna un pequeño placer de la vida que ningún hombre debe perderse.
Respetuosas con el medio ambiente
Este es un aspecto tan o más importante que los anteriores. Pues, las máquinas de afeitar clásicas, evitan toneladas de desechos plásticos al año. Como ya se ha señalado, las máquinas tradicionales están elaboradas en acero. Por tanto su durabilidad es mucho mayor a la de las rasuradoras de usar y tirar.
Por otra parte, la fabricación de las cuchillas desechables conlleva el uso de energía eléctrica, agua y otros recursos naturales. En este sentido, la reducción en el consumo de maquinas desechables, podría tener un impacto ambiental mucho mayor al que se puede imaginar.