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El bingo presencial y electrónico se recuperan: en 2016 movieron 2.000 millones de euros en España

Por MDO
martes 21 de marzo de 2017, 13:05h

El bingo electrónico de red sigue creciendo y en 2017 y 2018 se mantendrá en aumento, dado que hay Comunidades Autónomas que todavía no lo han desarrollado. El bingo online bajó algo en 2015 pero se recuperó en 2016, mientras que el bingo presencial recobró en 2016 una parte del terreno perdido en los años precedentes. Son los últimos datos manejados por la Dirección General de Ordenación del Juego y por la Confederación Española de Organizaciones de Empresarios del Juego del Bingo que demuestran que este juego de azar sigue muy enraizado en la sociedad española.

Por lo que se refiere al bingo presencial, los españoles nos jugamos en 2016 casi 2.000 millones de euros, lo que supone un 3% más que en 2015, cuya cantidades globales ascendieron a 1.711 millones. En 2016 se censaron 310 establecimientos de bingo, que dieron empleo directo a 8.300 personas. La distribución en premios fue del 69%, lo que dejó unos ingresos de unos 605 millones de euros, de los que el 40 %, es decir, unos 243 millones fueron para la Hacienda Pública. Por modalidades, los cartones tradicionales supusieron el 88,6 % con retorno del 67%, mientras que el bingo electrónico retornó el 84 % y el online el 87%.

Aunque no se cerrado aún de forma oficial la Memoria Anual de la Dirección General de Ordenación del Juego referida a 2016, esos son los datos actualizados que posee la Confederación Española de Organizaciones de Empresarios del Juego del Bingo; unos datos que fueron adelantados por el presidente de la Confederación, Fernando Henar, en un encuentro sectorial mantenido hace escasas fechas.

Según esos datos, con referencia expresa a 2007 -por ser el año cuando arranca la crisis económica- y hasta 2014 encontramos un periodo con una media que supuso tocar fondo, pero entre 2015 y 2016 se registró una subida media del 1,6% en este sector del juego. Sin embargo, la crisis económica ha originado que en ese mismo periodo se hayan quedado por el camino más del 25% de las salas de bingo, es decir, que se han cerrado 115 salas en España, con la respectiva pérdida de actividad, de empleo y de beneficios fiscales.

No obstante, un moderado optimismo parece haberse asentado en la CEJ, cuya directiva analiza con satisfacción el hecho de que las modalidades presenciales de bingo tradicional y electrónico supusieran 1.840,50 millones de euros en ventas en 2015, un 4,24% más que en 2014, rompiendo así la tendencia negativa de ejercicios anteriores, con un peso del bingo tradicional en el total del 92,99%.

Es cierto, no obstante, que en cuanto al bingo tradicional se habría producido un descenso en el número estimado de salas abiertas a cierre de ejercicio (-5,83%) hasta alcanzar las 307 salas activas, pero en cuanto a las ventas estimadas de cartones de juego se habría producido una evolución positiva estimada del 2,64%.

En todo caso, el optimismo de la CEJ viene motivado por las cifras globales del sector, representadas por las ventas estimadas en el bingo tradicional en los últimos años: 1.979,7 millones en 2011; 1.834,9 en 2012; 1.726,5 en 2013; 1.667,3 en 2014; 1.711,40 en 2015 y los casi 2.000 millones jugados en 2016. De ahí que los premios netos estimados fueran de 1.336 millones en 2011; 1.239 en 2012; 1.167 en 2013; 1.127 en 2014; 1.168 en 2015, y alrededor de los 1.300 millones de euros en 2016.

Por Comunidades Autónomas, una vez más el peso sobre el total nacional del bingo presencial se ha concentrado en Madrid (19,67%), Cataluña (16,64%), Comunidad Valenciana (15,79%) y Andalucía (12,57%), siendo las ventas en prácticamente todas las Comunidades y Ciudades Autónomas crecientes respecto al ejercicio anterior, con excepción de Cataluña, Canarias y la Rioja, según la Memoria Anual de la Dirección General de Ordenación del Juego.

El bingo electrónico

En lo que se refiere al bingo electrónico, éste ha tenido actividad en Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña, Aragón, Castilla y León, País Vasco, Extremadura, Castilla la Mancha y Cantabria. Las ventas de 2015 fueron de 130 millones de euros, un 31,33% más que las del ejercicio anterior, con un porcentaje estimado de premios del 85%.

En definitiva, que al contrario que en otros segmentos de juego, en el caso del bingo su dinámica se basa principalmente en el juego tradicional (96,53% del total), pues la modalidad estatal online tiene un peso menos relevante hasta el momento. En conjunto, las cantidades jugadas globales se habrían incrementado en 2015 en un 4,01%, alcanzando los 1.906,57 millones de euros, con un margen de juego que representa el 29,90% de las cantidades jugadas en el ejercicio.

Sin embargo, del análisis de las cantidades jugadas entre 2011 y 2015 -a la espera de la Memoria Anual de 2016 que quedará definitivamente cerrada a finales de abril- se deduce que el bingo electrónico mantiene un ascenso imparable en todas sus categorías: de los 15 millones de euros jugados en 2011 se pasó a los 26 de 2012, a los 48 de 2013, a los 98 de 2014 y a los 129 millones que se jugaron en 2016. En esos años se repartieron premios netos de 10 millones en 2011, 17 en 2012, 39 en 2013, 84 en 2014 y 110 millones de euros en 2015. Unas cifras que, aunque aún bajas, anuncian un crecimiento futuro del bingo por internet.

Con esos datos sobre la mesa, la directiva de la CEJ guarda un moderado optimismo sobre la evolución del bingo. Así, en el informe elaborado por Fernando Henar se observa que, tratando el premio como protagonista, toda la evolución está relacionada con la mejora de la tasa. El tipo medio en 2007 era del 63,7%, tasa sobre ingresos cuando menos confiscatoria, que es probable que en 2017 se sitúe en el 40,2%. Pero hay Comunidades como Asturias o Extremadura con tasas elevadísimas. Se debe apuntar hacia el 25% del País Vasco o de Castilla y León.

Ahora bien, se admite en la CEJ que la comparación fiscal entre el Bingo con cartón físico y otras modalidades del bingo evidencia su situación desmejorada. Y enfría un poco el moderado optimismo latente en la Confederación el hecho de que, comparando con otros juegos como los Casinos, Máquinas, Apuestas, online, no hay ninguno que esté en peor situación que el bingo tradicional.

La tipología del nuevo cliente del bingo

El informe de la CEJ es claro al respecto: el 56% de los clientes del bingo tradicional son hombres y el 44% mujeres, pero la frecuencia de las visitas femeninas es mayor. En cuanto al rango de edades, los jugadores entre 18 y 35 años llega al 45% de los clientes y si el rango se prolonga hasta los 45 años ya se alcanza al 60% de los clientes.

En la CEJ observan como positivo el que se esté captando al cliente joven, pero no se obvia que los clientes son básicamente ocasionales: el 82% acuden a los bingos una vez al mes. “Si consiguiéramos hacer algo para que vinieran una vez más tendríamos un aumento espectacular en las ventas, así que tenemos recorrido para hacer algún tipo de acción”, dicen en la CEJ.

También se tiene en cuenta que para muchos jugar al bingo online resulta una manera divertida de disfrutar del tiempo libre. El bingo es un juego social, e incluso en Internet se sigue respirando el ambiente en torno suyo: se puede jugar al bingo con más jugadores españoles y se pueden ganar cartones gratis jugando a los juegos del chat con el resto de jugadores de España. Abrir una cuenta para empezar a jugar al bingo online es muy fácil y se cuenta, además, con el aliciente del bono de bienvenida de la sala para captar nuevos clientes.

Por si fuera poco, las salas de bingo online ofrecen una gran variedad de juegos, en el que el más popular es el de 90 bolas. Los juegos de bingo online más populares son el bingo de 90 bolas y el de 75. Pero además de bingo, algunas salas ofrecen simultáneamente juegos de casino.