La Policía Nacional ha desarticulado un grupo delictivo formado por seis
individuos de origen rumano que se dedicaban a subir a las líneas de
autobuses con gran afluencia de viajeros y que estuvieran, si era
posible, próximas a centros hospitalarios. La investigación comenzó
cuando los agentes tuvieron conocimiento del incremento de hurtos de
carteras en autobuses en un periodo de tiempo relativamente corto.
Las líneas en las que se incrementaron los hurtos eran las que circulaban por el centro urbano, próximas a los hospitales y con una elevada afluencia de viajeros. Sus principales víctimas eran personas de avanzada edad y aprovechaban el momento en el que bajaban de los autobuses para sustraerles sus pertenencias, normalmente carteras o monederos.
Su 'modus operandi' consistía en distribuirse estratégicamente alrededor del afectado con la intención de bloquearle el paso y aislar al resto de viajeros para que no se pudieran percatar de la maniobra de sustracción. Una vez cometido su propósito abandonaban inmediatamente el autobús cogiendo cada uno de ellos direcciones opuestas. En caso de ser sorprendidos aprovechaban su corpulencia física para no tener impedimentos a su acción.
Los investigadores han constatado que el único modo de vida de los integrantes de la banda era cometer este tipo de hechos delictivos y que la organización tenía una marcada estructura jerárquica, con una perfecta distribución de funciones. Alguno de los arrestados cuenta con más de 25 antecedentes policiales y han cometido hechos similares en otros países de la Unión Europea, como Italia. Los seis arrestados han pasado a disposición judicial.