Motivos para mirar

Sube todo porque no tenemos nada, ni nosotros ni las autoridades recaudatorias de nuestra ciudad. No hay suficiente ganancia para nadie; el litro de los carburantes sube hasta precios astronómicos, pero los clientes del taxi, por ejemplo, cada vez son menos y bajan las carreras hasta la desesperación de ese gremio. Y suben las multas en cantidad, que no en número, porque todos los conductores, sin excepción, nos hemos vuelto precavidos y nos negamos a que nos saquen del bolsillo lo poco que ganamos, por lo que se ha convertido esto en un asalto a ver quién fuerza más la situación límite en la que estamos instalados.

Cuando conduces no vas pendiente de nada excepto de la velocidad y mirando como un besugo a todos lados a ver si hay radares, que te destrozan el presupuesto al más mínimo despiste. Y a esto no hay derecho.

Yo protesto públicamente porque vivimos en un estado de miedo al descuido. Ahora a 90, luego a 100, ahora a 60, otra vez a 90 para pasar a 50 kilómetros por hora. No hay quien se relaje, no sea que te saltes una señal que no viste y eso haga peligrar el presupuesto navideño.

Por si la alegría era poca, acaban de animarnos las fiestas con once nuevos semáforos amigos, de esos donde todos van pisando huevos, no sea que se ponga en ámbar, dos segundos máximo, y te pille pasando a ti; que caen 200 euros sin piedad. ¡Pues otros once más tenemos operando en Madrid! Activos desde el lunes 12 en zonas muy transitadas, bajo excusa de cuidado extra para peatones y/o ciclistas.

Una vez más, yo me pregunto: ¿y si el ciclista se salta el mismo semáforo vigilado, qué le pasa? ¿Tenemos que comprarnos todos una bici para circular a nuestras anchas, no pagar impuesto ninguno, saltarnos lo que nos plazca; lo mismo a la hora de circular por aceras, pasos de peatones o calzada? ¿Se plantean los pensadores de la recaudación quién engordaría las cuentas si el parque móvil de Madrid dejase, en un porcentaje alto, de pagar impuesto de circulación, el fiasco de la ITV, multas, gasolinas y demás costes?

Pues un poquito de por favor hacia los conductores. Persigan a los pelmas de las dobles filas, que matan carriles enteros en Madrid indolentes a los atascos que montan. Busquen a los listos que adelantan por el carril destinado al servicio público haciendo que el resto de los demás en el atasco parezcamos los tontos sin prisa.

Ahora toca mirar todos hacia arriba, como si fuera a llover, pero no agua, sino sanción al menor descuido.