sábado 01 de enero de 2011, 00:00h
Inauguramos año y con el las herencias pendientes, repletas de flecos del pasado.
Nos quedan presupuestos aprobados, prestos a esperar cumplirse; las facturas de impagados, las guerras en los cuarteles de inviernos que siguen sin dar tregua esperando todos a Mayo, a pesar de que las luces azules navideñas siguen iluminando las noches por todo el paseo de la Castellana o los cubos multicolores la calle Goya de Madrid.
No perdemos la ilusión ni dejamos que ella nos pierda a nosotros, porque ahora mas que nunca queremos creer en los milagros.
Queremos pensar que un día de estos alguien levantara una varita mágica y nos sacara del momento actual, que alguien vendrá en nuestra ayuda como si esto se solventara solo con buena voluntad. Esto es un gran pastel , bueno no tan grande como se cree la mayoría, pastel del que han intentado sacar mil porciones y cuando no ha llegado para todos, pues han decidido que pedir prestado sería la solución cortoplacista mas adecuada, para ellos claro, y así nos va.
Y aquí estamos un año más, como decía Mecano, con buenos deseos, pero con la guerra del tabaco abierta y en carne viva, con los puestos de trabajo de todos pendientes de un hilo de suerte basada casi siempre en la casualidad y con los artistas y compositores enfadadísimos por tumbarles la ley Sinde sin replica ni alternativa de nadie, dando así barra libre a las descargas sin orden, medida ni concierto.
Es de ley aceptar que solo el CONSENSO de todas las partes , lease compositores, productores , artistas, internautas y Sgae y el ministerio de cultura en el primer caso; o restauradores y dueños de locales de ocio en el segundo debería ser el camino para que cada parte tenga la oportunidad de defender su derecho a elegir y poder ganarse la vida sin perjudicar a otros por ello. Nadie debe menoscabar las posibilidades de subsistencia de los demás y los autores no son menos que nosotros los demás.
No es fácil, pero aún soplan vientos de navidad y entre los deseos que suenan tanto como fondo sonoro, que sean los de respeto y libertad los que prevalezcan en este año que comienza.