Puede parecer inviable, pero lo cierto es que siguiendo al pie de la letra los pasos que describiremos a continuación, tú también te verás capaz de hacerlo y, además, sin que los líos se apoderen del proceso en sí.
Ten una idea
Sin duda alguna este paso es el más complicado de todos, pero con la ayuda de una lluvia de ideas seguramente acabes dando con algún proyecto que pueda parecerte interesante o tal vez fructífero a nivel económico -aunque de este último aspecto hablaremos más adelante-.
En lo referente a la idea en sí, es importante que la misma esté relacionada con un sector que sea mínimamente de tu agrado. Ten en cuenta que pasarás muchas horas al mes dedicado íntegramente al negocio en cuestión, por lo que conviene que estés a gusto mientras llevas a cabo las tareas.
Por otra parte, también es fundamental que tengas en cuenta si este sector ya está muy cubierto en Madrid. Tal vez haya una excesiva competencia, por lo que a pesar de que la idea sea buena y pertenezca a un ámbito que te guste, convendría que fuese descartada.
Precisamente a raíz de haber mencionado este último factor llega el momento de profundizar en el segundo paso, el cual adquiere la misma importancia o incluso más que el hecho de tener la idea.
Contrata una asesoría para la creación de empresas
Cada vez son más numerosos los emprendedores que, a la hora de crear empresas, no dudan en dejar su caso en manos de profesionales con una dilatada trayectoria a sus espaldas. Es la mejor manera de asegurarse de que todo irá bien desde el principio y, además, será constituido el negocio en un abrir y cerrar de ojos.
En concreto, bastan 24 horas para que el proceso tenga lugar. Pero, ¿cómo es posible? Básicamente ello es fruto de la gran experiencia que atesoran las asesorías que se dedican a la creación de empresas.
Hablamos de equipos de profesionales que evitan la pérdida de tiempo que supondría el hecho de encargarte tú de todo el papeleo. Es normal que ello suceda, puesto que no estás acostumbrado a lidiar con la burocracia que entraña la creación de un negocio. Sin embargo, este tipo de empresas llevan muchos años haciéndolo a diario.
En primer lugar has de ponerte en contacto con una buena asesoría para la creación de empresas. Durante el transcurso de la primera conversación que tengas con el especialista que te atienda, asegúrate de trasladarle tu idea con todo lujo de detalles. Explícale incluso aquello que creas que no tiene mucha importancia.
Acto seguido empiezan las tareas por parte de los asesores. Precisamente continuando con la idea en sí, la misma es analizada a fondo. En caso de no considerarse viable por un motivo u otro, se le expone a la persona en cuestión. Pero si el emprendedor ha dado en el clavo y la asesoría estima que podría tener éxito en plena capital española, da comienzo otro tipo de análisis.
En este caso se trata de uno financiero, el cual también adquiere una especial trascendencia, valorando adicionalmente los riesgos que podrían existir y que sí o sí debe conocer el emprendedor antes de constituir la empresa.
Conviene destacar la eficiencia con la que trabajan este tipo de profesionales. Todos los pasos son llevados a cabo en poco tiempo y con resultados muy buenos, tal como demuestra el análisis de la viabilidad del proyecto, así como el estudio de mercado con el que se averiguan los resultados que está obteniendo la competencia junto a otros datos de especial interés.
Por supuesto, en cada paso el cliente pasa a estar debidamente asesorado a nivel jurídico. El objetivo es claro, consistiendo no solo en lograr que al emprendedor no le surjan multitud de dudas, sino también ahorrarle una enorme cantidad de tiempo, amén de evitar que se produzca algún retraso innecesario, los cuales en muchas ocasiones vienen dados por la desinformación de los usuarios. ¿Sabías que en algunos casos ello se traduce en que el proyecto se quede a medio camino?
Afortunadamente a ti no te pasará al contar con los servicios de una asesoría para la creación de empresas. Cada trámite de tipo jurídico es gestionado de la manera más eficaz posible, cumpliendo todos aquellos que son obligatorios.
Así pues, en tan solo 24 o 48 horas los diversos pasos son realizados para que la empresa quede constituida de manera legal y pases a formar parte del considerado como centro neurálgico del emprendimiento.
