Hay cosas de la casta que uno creía que se quedaban dentro de la casta. Pero no; salen de ella, trascienden a otros sectores considerados anti casta y se contagian de viejas actitudes. Me refiero a Podemos, a la guerra interna que vive y a la oferta que Pablo Iglesias le ha hecho a Iñigo Errejón para que sea el próximo candidato a la alcaldía de Madrid, en un claro intento de apartarlo de la lucha por el poder dentro del partido, de quitárselo del medio, dicho claramente, como en su día hizo Alfonso Guerra con Enrique Tierno, para mejor resultado del viejo profesor, o lo que intentó hacer en su día Jorge Verstrynge con Manuel Fraga, queriendo orillarle en el Ayuntamiento de Madride.
Iglesias le ofrece a Errejón ser candidato y lo adorna diciendo que sería un extraordinario alcalde. Errejón le ha respondido, que no; incluso le podría haber dicho, que él también piensa que Iglesias sería un extraordinario alcalde de Madrid, y así quedarían empatados a reconocimientos y a estrategias de quitarse el uno al otro del medio en la pugna por liderar Podemos.
Pablo Iglesias da por hecho de que van a volver a gobernar Madrid en las próximas elecciones, y en consecuencia, está en disposición de ir repartiendo cargos, sin caer en la cuenta de que, como Ahora Madrid siga haciendo las cosas como hasta ahora, va a tener muy difícil conseguir buenos resultados electorales.
Pero lo más grave de esa oferta de Pablo a Íñigo, es que ya dan a la alcaldesa Manuela Carmena por amortizada, que no cuentan con su presencia como candidata, y esto me parece una falta de cortesía, porque, aunque ella tenga decidido no repetir, no lo ha expresado públicamente, ni siquiera se ha planteado el asunto dentro de Ahora Madrid, que es una coalición en la que están otras formaciones, además de Podemos. La alcaldesa no se merecen que la hayan amortizado públicamente. Y es que actitudes como éstas, ya las hemos conocido en la casta.
Si (
No(
