De todas las cenas en las que Ángel Garrido va a disfrutar en este periodo navideño, hoy ha vivido la más importante. Una cita que es trascendental, pues con su futuro en juego, pocas veces va a tener el altavoz que ha tenido este jueves en la tradicional cena del PP. Ante 900 invitados -Antonio González-Terol incluido- sentados en el pabellón Magariños, donde juega el Estudiantes, el presidente ha intervenido para reivindicar sus ideas y para presentar sus credenciales -otra vez- para repetir.
Tras el discurso del portavoz popular en el Ayuntamiento, José Luis Martínez-Almeida, el presidente aprovechado para arremeter contra todos en una intervención que, tal y como manda la ocasión, ha sido muy partidista.
Una vez señalado el “orgullo” que siente de su trayectoria en el PP, ha incidido en que son “un partido de Gobierno” al que “nadie” puede darle lecciones “de nada”, “ni de centrismo”. Y es que, delante del hijo de Adolfo Suárez, que suena con fuerza como candidato para Cibeles, ha asegurado que, de seguir vivo, el expresidente estaría en sus filas.
Así, una vez calentado el ambiente, ha comenzado a lanzar contra todos. Primero, contra un PSOE “secuestrado por la ambición” de Pedro Sánchez que “ha vendido su alma al diablo de los separatistas, herederos de Batasuna y radicales de todo tipo” y más tarde, contra VOX. Sin nombrarles explícitamente, ha combatido su argumentario reivindicando que el PP es la “derecha valiente”.
“Pido que no se nos catalogue ni se nos adjetive gratuitamente. Somos la derecha valiente que no lanza soflamas populistas ni cantos de sirena, que suenan bien pero son imposibles. Que defiende a España en Europa y a Europa en España”, ha manifestado entre aplausos de los suyos.
En este sentido, también ha alabado la defensa de los “símbolos nacionales” que hace el PP para después lanzarle piropos a Casado, quien debe elegirle como candidato para mayo de 2019. Según Garrido, la “injusta” moción de censura a Mariano Rajoy fue una “circunstancia imprevista a la que llegaron las personas adecuadas”. “Y tú, Pablo, has llegado en el momento adecuado y eres la persona adecuada”, ha sentenciado.
Los candidatos, la segunda semana de enero
El mensaje de Garrido se enmarca en una actitud que ha potenciado en las últimas semanas: la de seguir la línea oficialista. Aunque siempre ha sido un hombre de partido, ser el segundo de Cifuentes provocó que en ocasiones actuase como un verso suelto, un hecho que pese a ciertas reticencias iniciales con el presidente nacional no se ha vuelto a repetir.
Con todo, Garrido sabe que sus opciones aumentan cada día que pasa porque supone una jornada más en las que crecen las dudas de los populares, que hubieran preferido llegar a esta noche con los nombres elegidos y no alargar la ‘agonía’ hasta la segunda semana de enero.