Magüi Mira se reencuentra con el personaje de Molly Bloom después de más de cuarenta años. Fue en 1979 cuando representó por primera vez a este personaje en un montaje dirigido por José Sanchis Sinisterra, que también había firmado la adaptación escénica. En aquel momento Magüi era una actriz desconocida surgida en el Teatro Fronterizo, que fundó el que fuera su esposo. Aquel primer montaje se tituló La noche de Molly Bloom y estuvo girando durante más de tres años. Esa producción se recuperó en 2004, representándose en Madrid en la sala Fernando de Rojas y en el teatro Infanta Isabel.
Leopold Bloom es el protagonista de la monumental novela Ulises, de James Joyce. Molly es su esposa quien, en la novela original, impone diez años de celibato a su marido para, después, traicionarlo. Ella, además, es una cantante con una cierta popularidad en Dublín. Como con todos y cada uno de los detalles del Ulises, se han expuesto muchas teorías sobre este personaje femenino, al que comparan con la Penélope de La odisea. Hay quien opina que Joyce se basó en su propia esposa pero están también los que afirman que se inspiró en una joven judía a la que el escritor dio clases de inglés en Italia. Tratándose de esta obra, cualquier teoría es admisible.
El montaje teatral es, realmente, un monólogo en el que la mujer reflexiona durante una noche sobre sus anhelos y sus frustraciones. Con el solo soporte de una cama -un somier en la nueva versión- hace llegar al espectador su mundo interior con total franqueza y desinhibición.
No importa, en este caso, la edad. Por eso Magüi lo retoma en su madurez, arropada esta vez por Marta Torres, que la dirige y con quien ha hecho la versión.
Magüi Mira afirma en la nueva presentación "hoy las palabras de Molly Bloom permanecen intactas, pero el mundo se mueve y se trasforma. Deseo convertir su resignación y sus renuncias en generosa aceptación de la vida de mujer madre y amante que sostiene el mundo. Huelo sus secreciones, la sangre, la leche de sus pechos, fuerza imparable de la madre naturaleza, de la madre tierra, Molly es un espíritu libre y puro, que no se somete al control y al abuso masculino, Molly sigue diciendo sí a la vida. Y por eso hoy su capacidad de provocación es más impactante".
Magüi Mira se ha volcado más, durante la última década, en la dirección de escena. Sus apariciones como actriz se van espaciando. En la última década la hemos visto en La anarquista, 2013, y La culpa, 2019. Actualmente están de gira lo montajes que ha dirigido ella, El abrazo y Los mojigatos.
La programación de esta obra en el teatro San Francisco confirma el giro que se está dando a la sala para conseguir integrarla en el circuito de teatros de estreno. Es un espacio acogedor que fomenta la cercanía de los artistas con el público.
Molly Bloom se representa en el teatro Enrique San Francisco hasta el 13 de febrero, habiendo ampliado en una semana la breve temporada prevista.