Los vecinos de Rivas-Vaciamadrid y el Ensanche de Vallecas (Madrid) llevan varias noches respirando humo. La causa son los continuos fuegos en un vertedero ilegal próximo a la A-3, cerca de Valdemingómez, que a lo largo de la tarde de este jueves ha sido controlado por los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, según fuentes municipales, después de seis días de incendio. No obstante, se siguen realizando labores de contención porque, por las características del lugar y el calor, las llamas podrían reavivarse. Las labores de extinción han sido tan complicadas que el Ayuntamiento de Madrid ha estudiado durante unas horas la posibilidad de activar un protocolo entre administraciones para grandes incendios.
Noches de calor sofocante en las que no se pueden abrir las ventanas, olor a neumático y plástico quemado, humo... Esta es la situación que han vivido desde hace varios días miles de vecinos de Rivas-Vaciamadrid y el Ensanche de Vallecas debido a los
continuos fuegos que se han producido en un vertedero ilegal pegado a la A-3, en el término municipal de Madrid. Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid han actuado ya quince veces en el lugar desde el sábado, 27 de junio,
día en el que comenzaron los fuegos, que fueron especialmente virulentos entre el domingo y el martes. "A los malos olores que llegan de vez en cuando desde Valdemingómez se suma desde hace dos noches el olor a plástico, neumático y otra basura quemada.
Es insoportable", lamenta Enrique Villalobos, de la Asociación de Vecinos del Ensanche de Vallecas. En Rivas, al otro lado de la A-3, se han producido algunos casos leves de problemas respiratorios por el humo de estos fuegos.
Los fuegos han estado reproduciéndose seis días. Sin embargo, no ha sido hasta este este jueves cuando los profesionales del Cuerpo Municipal de Bomberos han conseguido dominar las llamas. Según explica un portavoz de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, resulta muy complicado terminar de raíz con estos fuegos, pues se trata de una zona llena de basura, deshabitada y con pasto seco, a lo que se suma la acción del calor sofocante de los últimos días. "Nosotros apagamos el fuego en superficie, pero pueden quedar rescoldos debajo de los montones de basura que vuelven a aflorar a las pocas horas. Entonces volvemos a actuar. Llevamos numerosas intervenciones pero,
hasta que no se limpia por completo, es complicado controlarlo con este calor. Hay que tener en cuenta que hay cristales y materiales que se inflaman fácilmente", explica. Por esta razón, fuentes municipales han concretado que los bomberos están realizando acciones puntuales de control para evitar que se reavive el fuego. La responsabilidad de retirar los escombros corresponde al Consistorio de la capital, que
ha llegado a estudiar una petición del Cuerpo de Bomberos para que, si no se controlaban las llamas, se activase el protocolo entre administraciones para grandes incendios. A saber, este protocolo supone que si un incendio es declarado incontrolado por parte de un municipio, se pide ayuda a los equipos de bomberos de la comunidad autónoma competente y, en último término, si tampoco con estos recursos se acaba con él, al Estado, que puede solicitar la acción de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para solventar la situación, informa
Enrique Villalba.
El problema de los vertidos ilegales en la zona (camiones que se deshacen de desperdicios en parcelas cercanas a Valdemingómez para no pagar los impuestos municipales de gestión de residuos) no es nuevo. De hecho, el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid
lleva denunciando al propietario de los terrenos al menos desde 2008, según fuentes municipales, y prepara una denuncia contra él a la Fiscalía de Medio Ambiente. Por su parte, el responsable de los vertidos es un viejo conocido de la Guardia Civil. De hecho, este mismo miércoles acudieron al lugar técnicos de la Consejería de Medio Ambiente (entidad responsable de sancionar los vertederos ilegales) y
le pillaron 'in fraganti' descargando escombros en los terrenos. Esta vez le entregaron la sanción en mano, pero ya acumula al menos seis, según fuentes del Gobierno regional;
la última, del 1 de junio, con una multa de 120.000 euros. Sin embargo, indican las mismas fuentes, a pesar de las sanciones y de las actuaciones de la Guardia Civil, que ha llegado a precintarle los camiones con los que se desplaza hasta el lugar, los vertidos continúan produciéndose en el lugar. El caso se encuentra en los tribunales en la actualidad.