La Atención Primaria madrileña afronta una etapa crítica. El envejecimiento de su plantilla ha provocado que las tasas de las futuras jubilaciones en profesiones clave como enfermería o pediatría sean altísimas, un problema que la Consejería de Sanidad da por resuelto con las oposiciones convocadas pero que los sindicatos temen al no tener asegurado que se cubran todas las bajas. Antes de 2023, está previsto que hayan cumplido los 65 años o más el 28,5 por ciento de enfermeros, el 25,9 de odontólogos, el 20,9 de pediatras y el 18,1 de médicos de familia.