La sala de exposiciones La Paloma, ubicada en la calle Toledo, en el centro de Madrid, estrena este jueves un espacio destinado a proyectos de economía social y 'coworking'. Un nuevo uso que ha provocado que el espacio dirigido a albergar muestras artísticas se haya quedado reducido a una sola planta. Una situación que indigna a los vecinos que consideran un "ataque a la cultura del barrio" al que dejan huérfano de instalaciones culturales en uno de los distritos más numerosos de la capital. Sin recibir argumentos acerca de las obras iniciadas hace semanas, los usuarios de este espacio solo esperan una explicación acerca de la nueva situación.
A escasos metros de la estación Puerta de Toledo, de la línea 5 de Metro, se encuentra el centro cultural y la sala de exposiciones, La Paloma, dirigida a los vecinos del distrito Centro. Unas 9.000 personas visitan al año este espacio, que desde el mes de junio no tiene programación. Un edificio de tres plantas que albergaba, de manera continuada y hasta principios de verano, exposiciones para todos los gustos, de artistas noveles y de otros más experimentados. Incluso, confirman los vecinos, existía lista de espera para exponer. Pero ese entusiasmo vecinal se vio mermado cuando les comunicaron que a la segunda planta, en obras desde hace semanas, se le iba a dar otro uso. "Es una aberración cerrar este servicio. Estamos todos indignados", confiesa Pedro Sánchez, vecino del distrito Centro y fiel usuario de esta sala, a la cual acudía de manera asidua para visitar las exposiciones.
No es el único vecino que ha mostrado su malestar en las últimas semanas. Berit Hals es profesora de pintura e imparte clases de en el barrio. Desde hace tiempo, solicita este espacio de Puerta de Toledo para mostrar el trabajo de sus alumnos. Y ahora, por el momento, ya no podrá hacerlo. "Es importante que esta sala siga adelante. Esto es un asalto a mano armada". Una reclamación que ha tomado forma en un escrito 800 firmas que ya fueron entregadas en el Registro solicitando que se mantuviera este espacio expositivo. "Creo que tienen pensado hacer oficinas y eventos en lugar de apostar por la cultura", añade esta vecina, que confirma que no han contestado ninguna de las reclamaciones.
"Esto es un ejemplo de lo que es Ahora Madrid", denuncia Mar Espinar, concejala socialista, responsable de Cultura del grupo municipal. En el mes de mayo, el PSOE llevó este tema al Pleno porque tenían "rumores" de que querian instalar un espacio de 'coworking' en la sala expositiva. "Es la única sala de exposiciones accesible para los artistas del distrito y es referencia para los vecinos. Hay que mantenerla", reclama Espinar. La proposición presentada por los socialistas resultó aprobada con la abstención de Ahora Madrid. Por su parte, el Ayuntamiento inició las obras en esa segunda planta para desarrollar un espacio de economía social donde las asociaciones y agentes implicados puedan reunirse, según ha avanzado a Madridiario Jorge García Castaño, concejal presidente del Distrito de Centro y Chamberí.
"Sacar el máximo rendimiento a los equipamientos que tenemos en los distritos donde no hay posibilidad de construir otros nuevos, ese es el objetivo", explica el edil. Desde el distrito centro quieren poner en marcha una "política de reordenación de espacios" y llevar la cultura a otros centros y equipamientos del barrio, un proyecto que verá su máximo esplendor en el 2017. García Castaño explica que no se trata de cambiar unos usos por otros simplemente, sino de combinarlos. En este sentido, la reordenación "cambiará y combinará usos y perfiles de usuarios", a lo que añade, la posibilidad de hacerlos más "versátiles" a lo largo del tiempo.
Aunque para el concejal responsable del distrito este proyecto ya fue hablado en el Pleno, los socialistas desconocen el fin de las obras, de las que no han sido informados, apunta Espinar. "Si cerrasen todo el edificio para eventos puntuales, como al parecer están diciendo que pueden hacer, estarían saltádose el acuerdo alcanzado en la sesión plenaria", añade, y aprovecha para denunciar "la inexistente apuesta" del gobierno municipal por la cultura para todos. "Hay que apostar por una cultura no elitista que permite el acceso universal".
Acuerdos plenarios aparte, lo cierto es que los vecinos y usuarios del espacio expositivo solo quieren conservar este espacio de 300 metros cuadrados que junto a los tres centros culturales del distrito completan una oferta que resulta insuficiente para los 133.000 habitantes de esta céntrica zona de Madrid.