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Algas en el estanque del Parque de las Cruces
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Algas en el estanque del Parque de las Cruces (Foto: Vecinos de Carabanchel Alto)

Los patos del Parque de Las Cruces, en peligro por la proliferación de algas

Por Fernando Rodríguez
jueves 19 de mayo de 2022, 07:40h

Ubicado entre los distritos de Carabanchel y Latina y con una extensión próxima a las 50 hectáreas, el Parque de Las Cruces se ha consolidado, con el paso de los años, como uno de los grandes pulmones verdes de Madrid. Adentrándonos en las zonas ajardinadas, es posible pasear entre pinos, cedros, cipreses, arces, chopos y almeces, entre otras especies vegetales. También se pueden encontrar arbustos de todo tipo, rosales y áreas de pradera idóneas para el descanso de vecinos y turistas. Entre su equipamiento cabe destacar además un amplio auditorio al aire libre con capacidad para más de 3.000 espectadores, un campo de fútbol y otros espacios para la práctica deportiva, varias zonas de juego infantil y un quiosco habilitado para la venta de bebidas.

Es precisamente frente al auditorio donde se encuentra otra de las grandes atracciones que ofrece el parque, su gran estanque repleto de patos, tortugas y ranas. Sin embargo, estos animales se encuentran actualmente en peligro como consecuencia de la rápida expansión de algas que, con la llegada del buen tiempo, comienzan a cubrir buena parte de la superficie. Tanto es así que, de acuerdo con la denuncia de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, ya han comenzado a aparecer las primeras aves en diferente estado de descomposición a orillas del lago. “Un día ves a un pato que se acerca a la orilla porque está enfermo y al día siguiente ya te lo encuentras muerto. Es muy desagradable. Además, no es la primera vez que lo sufrimos. Llevamos así los últimos seis años. Solo el año pasado llegaron a contabilizarse hasta dos docenas de patos muertos”, aseguran.

Puesto que gran cantidad de personas se reúnen habitualmente en los alrededores del estanque e incluso hay quien aprovecha para refrescarse en el agua, los vecinos temen ahora que la muerte de los patos traiga consigo algún riesgo para la salud de los visitantes. De este modo, piden a los responsables municipales que “investiguen las causas de la mortalidad de las aves y si este fenómeno puede suponer un riesgo sanitario”. Del mismo modo, rehúsan la solución del vaciado y exigen que “se tomen las medidas necesarias para que la situación no se repita. No sirve de nada vaciar el lago para limpiarlo, como ya han hecho otras veces, si al año siguiente vamos a estar en la misma situación”.

"Vaciar el estanque no es la solución. Es solo un parche"

Desde la Mesa del Árbol de Carabanchel coinciden en que el vaciado del estanque es “solo un parche” y lamentan que “en vez de tomar muestras y hacer un estudio en condiciones, cada año decidan tirar por la alcantarilla una buena cantidad de dinero para vaciar y limpiar el estanque. Eso sin tener en cuenta que, mientras duran los trabajos, huele fatal porque los cadáveres quedan al descubierto”. Por el contrario, los activistas plantean varias alternativas para evitar lo que no dudan en tildar de “desastre medioambiental”. En primer lugar, fruto de la gran cantidad de especies animales que viven en él, “debe pasar a considerarse ecosistema acuático urbano para que pueda recibir la atención y los cuidados que merece. También pueden buscarse soluciones naturales, tales como oxigenar más el agua o introducir peces específicos que puedan comer esas algas”.

Por su parte, fuentes del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de la capital consultadas por Madridiario afirman no tener constancia de la situación ni de la denuncia por parte de los vecinos de Carabanchel Alto.

Dejadez en el mantenimiento

"Si no hay mantenimiento, plantar árboles es tirar el dinero"

Más allá del estanque, la vecindad explica que el mantenimiento que se realiza en el parque "deja mucho que desear", lo que termina por condenarlo a “una muerte silenciosa. “De vez en cuando vemos por aquí a los jardineros del Ayuntamiento. Desde Filomena se han hecho varias plantaciones. Sin embargo, no se trata únicamente de plantar, sino de mantener el arbolado. Queda muy bonito cara a la galería, pero si no hay mantenimiento no sirve de nada. Al final los árboles se secan porque hay dejadez. Casi es mejor que no planten porque estamos tirando el dinero”, lamentan.

No es esta la primera ocasión en que los vecinos de Carabanchel Alto denuncian un posible problema de salud pública en el Parque de Las Cruces. Hace apenas unos meses, la Asociación de Vecinos denunciaba la proliferación de conejos en distintos parques de la zona, tales como el Salvador Allende, el Manolito Gafotas o el propio Las Cruce. Lejos de solventarse, anuncian, todo sigue igual. “No ha cambiado nada. Los conejos siguen campando a sus anchas. Es cierto que por el día están más resguardados, pero por la noche los puedes ver por ahí”, concluyen.

Las Cruces, una historia de lucha vecinal

La historia del Parque de las Cruces, inaugurado de manera oficial en 1983, lleva aparejada una intensa lucha vecinal. Aunque su origen data de un proyecto aprobado en 1963, no sería hasta la década de los 70, en paralelo a la fundación de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, cuando el parque toma verdadera forma. Tanto es así que la primera movilización al respecto data del año 1977. Solo unos meses después son los propios vecinos quienes colocan la primera piedra en forma de porterías de fútbol. Ya en 1978, una nueva movilización congrega a más de 4.000 vecinos para exigir la construcción de esta zona verde. En la misma se colocan, de forma simbólica, varios bancos y se plantan los primeros árboles.

Plantación de árboles a cargo de los vecinos en Carabanchel Alto (Foto: AV Carabanchel Alto)

Tras muchas tiras y aflojas, el Ayuntamiento acuerda permitir a la propiedad, los herederos de la duquesa de Tamames, la construcción de varios bloques de viviendas en una parte del terreno. A cambio, el resto sería cedido al Consistorio. La asociación termina por aceptar esta postura, no sin desacuerdos internos, a cambio de que las edificaciones no superen las cuatro alturas y que fueran de protección oficial o bien entregadas a alguna cooperativa vecinal.

Ya en 1980 se da a conocer de manera definitiva el proyecto de lo que hoy es el Parque de Las Cruces. Los vecinos, lejos de desentenderse tras la aprobación, continúan involucrándose e incluso organizan plantaciones masivas de árboles. En 1981 arrancan por fin las obras y la inauguración tiene lugar dos años después, con presencia incluida del entonces alcalde de la ciudad, Enrique Tierno Galván.

“El parque es hoy una realidad de la que nos sentimos profundamente orgullosos. Sin embargo, conseguirlo fue largo y difícil. Incluso hemos tenido que defenderlo frente a los intentos de construir en sus terrenos una gasolinera y un Centro de Recogida y Reciclaje de Residuos en la década de los 90”, relatan los vecinos.

Manifestación contra la construcción de una gasolinera en el Parque de las Cruces (Foto: AV Carabanchel Alto)

Ya en el siglo XXI, Las Cruces ha sido testigo de múltiples eventos y celebraciones, tales como las Fiestas de Carabanchel Alto, los festivales ‘Ensancha el alma’ y ‘Festi-K’, el maratón de ‘Campo a través’ o el torneo de baloncesto 3x3 ‘Las Cruces’.

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