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Hospital Gregorio Marañón.
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Hospital Gregorio Marañón. (Foto: Kjell Salters)

Trabajadores del Gregorio Marañón denuncian el cierre de la Unidad de Agudos de Geriatría

Por Patricia Velasco
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pvelascomadridiarioes/8/8/20
viernes 17 de junio de 2016, 07:52h

Los trabajadores de la Unidad de Hospitalización de Agudos de Geriatría del Hospital Gregorio Marañón denuncian la desaparición de la misma en un plazo de tres meses. Este cierre afectaría al tratamiento de ancianos con procesos agudos que requieren hospitalización, según José Lázaro, enfermero de esta unidad.

Esta unidad se encarga de atender a personas mayores que presentan procesos agudos de enfermedades crónicas. Además de realizar el diagnóstico y de tratar la enfermedad, el principal objetivo de la Unidad Geriátrica de Agudos es prevenir las complicaciones surgidas del ingreso en el hospital: caídas, incontinencia de esfínteres, dependencia funcional, etc. que pueden derivar en dependencia. El objetivo fundamental por tanto será que la persona mayor sea de nuevo ubicada en su domicilio en las mismas condiciones funcionales y mentales a las de previas al ingreso y con las prestaciones sociales que necesite. Esta unidad cuenta con un equipo interdisciplinar específicamente formado en protocolos de actuación y tratamiento integral adaptados a estos pacientes que son específicos en la geriatría y diferentes al de otras unidades de hospitalización.

Este "desmantelamiento viene impuesto por parte de la gerencia del Hospital, con la excusa de la creación de un centro de crónicos en el edificio del Instituto Provincial de Rehabilitación (IPR), más conocido como unidad de media estancia, situado en la calle Francisco Silvela a unos tres kilómetros de distancia", explica Lázaro.

"La semana pasada nos convocó la gerente para informarnos de la reforma del edifico del IPR, y del edificio de Oncología (lugar donde se sitúa la unidad de agudos de Geriatría). Allí nos contó que nuestra unidad desaparece y que nuestros pacientes pasarán al IPR y para los agudos ya se vería si quedan 10 camas repartidas por el hospital", asegura este trabajador. En estos momentos tienen a 28 pacientes ingresados en esta Unidad.

El IPR, a diferencia de la unidad de agudos, acoge a aquellos pacientes ya diagnosticados que han superado la fase aguda de la enfermedad y en los que el riesgo de perder su independencia, aunque se encuentran clínicamente estables, es alto, o bien, el tratamiento que se les aplica, debido a su complejidad, no puede realizarse de forma ambulatoria. En la mayoría de los casos, el objetivo fundamental de la Unidad de Media Estancia es que el anciano recupere su independencia para las actividades básicas de la vida diaria mediante un tratamiento de rehabilitación y el control clínico de ciertas afecciones y problemas geriátricos.

En el IPR, actualmente, hay una unidad de geriatría de pacientes crónicos que ya está funcionando. "Estos pacientes, en principio, no necesitan pruebas y no necesitan interconsultas. El paciente de agudos necesitan sus pruebas, sus especialistas, sus analíticas, sus rayos…", argumenta Lázaro. "El IPR sólo tiene una sala de rayos y otra de ecografía ¿y cuando necesite una prueba un paciente agudo? Coges una ambulancia y te vas al Marañón, nos respondió la gerente". "Una decisión poco práctica para este tipo de pacientes. Nuestra unidad está incluida en el Hospital y tiene todos los servicios disponibles. Lo que facilita todo", agrega.

"Los pacientes ancianos con enfermedad aguda o con una patología crónica agudizada que son atendidos en las Unidad de Agudos de Geriatría evolucionan mejor y reciben antes el alta hospitalaria. Concretamente, se reduce el tiempo de hospitalización entre un 10 y un 20 por ciento. Además, estos enfermos salen del hospital en mejores condiciones funcionales que si fueran atendidos fueras de las mismas", explica José Lázaro, enfermero de esta unidad.

Fuentes del Hospital Gregorio Marañón ha informado a Madridiario que actualmente la hospitalización de este tipo de pacientes se realiza hasta en tres edificios diferentes, en el Instituto Provincial Médico Quirúrgico (IPMQ) para los casos más agudos, en el Instituto Provincial de Rehabilitación, que pertenece igualmente al Hospital Gregorio Marañón, y en el Pabellón de Oncología Príncipe Felipe. Debido a las obras de reforma previstas en este último centro la hospitalización geriátrica que se venía realizando en el Oncológico se trasladará al IPR. En el IPR se realizarán, durante el verano, obras de adecuación en sus cuatro plantas de hospitalización, "que permitirán garantizar una mayor adaptación a las necesidades específicas de los pacientes geriátricos y la mejora en su atención".

Además, estas fuentes añaden que tras estas obras, el IPR contará con 34 habitaciones individuales y 13 habitaciones dobles, destinadas y equipadas para la citada atención a pacientes geriátricos y que funcionarán durante todo el año. Además, las habitaciones individuales podrán convertirse en dobles si la demanda asistencial así lo requiere. Igualmente, el Servicio de Geriatría mantendrá en funcionamiento su Unidad Funcional de Ancianos con Fractura de Cadera, cuyos pacientes opera el Servicio de Traumatología, las interconsultas que precisen otros servicios, y la atención a los pacientes agudos en el Instituto Provincial Médico Quirúrgico (IPMQ o edificio central).

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