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Una de las habitaciones en el interior del semi-sótano okupado.
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Una de las habitaciones en el interior del semi-sótano okupado. (Foto: Javier Bernardo)

Tensión entre vecinos de Villaverde y un grupo de siete okupas

Por Carles Martínez
miércoles 22 de agosto de 2018, 15:15h
Los vecinos de la calle Tordegrillos, en Villaverde, y los okupas que viven en el semisótano de uno de sus bloques mantienen una guerra abierta de acusaciones que está generando un clima de insostenibilidad agravado por el déficit de higiene con el que, dicen, conviven en el barrio. Los residentes han denunciado esta semana una plaga de chinches mientras los okupas aseguran sentirse rechazados y no tener recursos.

La situación se plantea insostenible en Villaverde Alto. Así se ha comprobado durante la visita de Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en Madrid, a la calle Tordegrillos, donde los vecinos que allí residen han denunciado las carencias higiénicas que sufren, incrementadas exponencialmente, según ellos, desde que constataron la presencia de okupas del semisótano del número 36.

Miguel Ángel, uno de los vecinos más afectados, ha señalado durante la reunión de este miércoles con la portavoz que sufren una plaga de chinches desde hace "aproximadamente un mes" y que los culpables no son otros que el grupo de siete okupas que se hacina bajo su casa. El residente ha llevado la voz cantante en el encuentro mientras mostraba sus brazos repletos de picaduras.

Los habitantes de este bloque y de los edificios contiguos se han quejado de que, desde la okupación en enero, hay olores, ratas y, ahora, chinches que han convertido en "insoportable" la vida.

Por su parte, Villacís ha aprovechado para atacar al Consistorio, del que ha dicho que "no se ponen del lado de los vecinos" mientras ha defendido ante los medios que la situación "no puede esperar ni un minuto más para ser resuelta", pues "llevan más de ocho meses así, esperando que la administración les conteste".

Sobre la plaga de chinches, Villacís ha dicho que lo llevará al próximo pleno de este distrito con la intención de "preguntar a qué se debe" para establecer "medidas de solución".



Entorno insalubre

Los okupas, presentes durante la reunión, han aprovechado para realizar varios ataques verbales y denunciar que ellos no son los culpables de la insalubridad y acusar a los vecinos de mentir.

La familia instalada de manera ilegal en el edificio sobrevive en condiciones mínimas y en un entorno insalubre. En el interior de su habitáculo cuentan con algunos alimentos, cafetera y un hornillo. En el salón, tienen dos sofás muy deteriorados y las tres habitaciones se separan por unas cortinas de tela. Destacan los carros apelotonados con chatarra y la falta de un cuarto de baño.

Una de las mujeres ha explicado que "no quieren vivir en ese semisótano", pero no tienen apenas recursos. Igualmente, ha rechazado la acusación de la mala higiene y de "ensuciar la calle" y han aprovechado para reclamar mejores condiciones.

Los implicados ya contaban con otro expediente por okupacion ilegal, tal y como han informado fuentes de la Policía Nacional. "Antes de ser okupas en esta calle, ya lo fueron en otra cercana al mismo barrio", han incidido. Por otro lado, los agentes han añadido que "no les sorprende el conflicto", pues varios del grupo en cuestión son conocidos "en comisaría" por otros altercados.

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