Según ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado, los detenidos accedieron cubiertos con bufandas y pasamontañas a una farmacia del distrito de Carabanchel y, tras el grito de "esto es un atraco", amenazaron a los empleados con lo que parecía un arma de fuego mientras les exigían el dinero de las cajas registradoras.
Según la Jefatura, la actitud de los detenidos fue "muy violenta" y se mostraron "furiosos" por la escasa cuantía de la recaudación, por lo que llegaron a hacer dos detonaciones con la pistola de aire comprimido que llevaban contra la pantalla de uno de los ordenadores.
Los presuntos autores del robo fueron detenidos instantes después por los agentes gracias a la colaboración ciudadana. De este modo, una mujer alertó a los policías de que dos varones con la cara cubierta y en una actitud sospechosa habían entrado a la carrera en una vivienda de las inmediaciones.
Los agentes, tras entrar en el inmbueble deshabitado, encontraron a los dos asaltantes repartiéndose las ganancias del botín. A pesar de que uno de ellos intentó huir al verse sorprendido, se le logró dar alcance antes de que pudiese escapar.
Además de los 1.000 euros, los agentes se incautaron de una pistola de aire comprimido, una caja con cuatro bombonas de aire comprimido y numerosos balines.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes adscritos a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y de la comisaría de distrito de Carabanchel, todos ellos pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.