Lego también tuvo que adaptarse a una nueva realidad en la que los niños cada vez juegan menos con elementos manuales. La compañía ha desarrollado un método para trabajar las emociones en las aulas.
Para aplicar el método de Lego, se forma a los profesores, tutores u orientadores escolares que después lo transladarán a los alumnos. Así lo está haciendo Escuelas Católicos de Madrid, dentro de su programa de innovación 43.19.
Se trata de guiar a los niños en la construcción de objetos con Lego para que se comprendan a sí mismos, sus fortalezas y debilidades. También se utiliza para mejorar el trabajo en equipo.