Hoy nuestro recorrido te mostrará el tilo. El Real Jardín Botánico, que cultiva esta especie desde 1794, tiene a ambos lados del Pabellón Villanueva dos glorietas que deben su nombre a los tilos que albergan. Simétricamente dispuestas, tienen grupos de 5 tilos (Tillia platyphyllos) de gran belleza: la Glorieta de los Tilos Norte y la Glorieta de los Tilos Sur.
Directamente desde el emparrado, en la parte norte del Plano de la Flor, se accede a la Glorieta de los Tilos Norte o Glorieta Lázaro, uno de cuyos ejemplares está catalogado como Árbol Singular. Un monumento mitológico de Federico Marés (1924) dedicado al ilustre botánico Blas de Lázaro e Ibiza, así como un ejemplar de glicinia (Wisteria sinensis) que se aferra a su tronco y que trepa por los árboles adyacentes, producen un acogedor, apacible y bello paisaje, especialmente umbrío y fresco en primavera y verano.

En la Glorieta de los Tilos Sur o Glorieta de la Niña o Glorieta de los Jardines por la Paz, rodeada de tilos y con una patente frondosidad podemos ver una dulce y delicada estatua, "La Niña", obra del escultor Julio López Hernández (1991) que nos muestra a una joven con una dalia en sus manos. El autor tuvo como modelo a su hija Marcela. La obra dedicada a la dalia nos rememora que esta planta fue colectada en la expedición de Martín Sessé a México, y que fue descrita por Cavanilles como "Dahlia pinnata" (1794) y cultivada en Europa por primera vez en el RJB de Madrid. La escultura nos recuerda igualmente que desde esa fecha cualquier jardín forma parte de la Asociación "Jardines por la Paz". Es un espacio plácido y natural que invita a la lectura o el reposo en cualquier época del año.
El tilo. Tilia platyphyllos
El Árbol Singular del RJB tiene un diámetro de 0,51 m. (cuello 0,56 m), un perímetro de 1,60 m. y una altura de 22 m. y su edad aproximada es de 80 años.
La especie Tilia platyphyllos, también llamado tilo de hoja ancha, tilo común o tilo de hoja grande pertenece a la Familia Tiliaceae. Es un hermoso árbol de hoja caduca, que puede alcanzar los 30 m de altura y llegar a vivir 400 años. Crece en climas húmedos y frescos desde el nivel del mar hasta los 1700 metros de altitud; habita en barrancos, hoces y desfiladeros, donde forma bosques mixtos con arces, avellanos, fresnos, hayas, pinos, quejigos y serbales en laderas rocosas, sobre sustrato calizo preferentemente. Se distribuye en el centro y sur de Europa y el oeste de Asia, podemos decir que desde la Península Ibérica hasta Ucrania, Turquía y norte de Irán y por el norte de Europa hasta Escandinavia. En la Península Ibérica es abundante en la Cordillera Cantábrica, los Pirineos, y desde el Sistema Ibérico hasta las Serranías de Cuenca y Guadalajara, llegando incluso hasta Ciudad Real y Valencia y por el oeste hasta el centro de Portugal.
Este árbol caducifolio tiene una copa de forma piramidal amplia y bien desarrollada y un tronco recto de corteza grisácea, agrietada longitudinalmente. Ramas y yemas de color rojo bermellón. Las hojas caducas, de 5-12 cm de largo, alternas, son acorazonadas, algo asimétricas en la base y serradas en su margen. De color verde intenso y ligeramente velloso con algunos pelos blanquecinos en el haz, mientras que en el envés aparecen sólo en las axilas de los nervios. Peciolo de 2,5 cm igualmente pubescente.

El tilo tiene la floración a principios de verano; presenta flores colgantes, pequeñas de 2-2,5 cm especialmente olorosas, que tienen 5 pétalos de color blanco cremoso o amarillo pálido. Se reúnen en ramilletes (inflorescencias cimosas) habitualmente en grupos de 2 y 7 cogidos por un largo rabillo que cuelga de una hojuela en forma de lengüeta. Esta hojuela (bráctea) es muy llamativa y característica del género Tilia, un tanto correosa y de color verde pálido.
Los frutos maduros son de forma ovalada, de color marrón, muy pelosos y con 5 costillas longitudinales muy marcadas de 5-8 mm y con 1-2 semillas. El fruto madura en el otoño y permanece en el árbol durante el invierno hasta que se disemina por la acción del viento valiéndose de la bráctea.
Usos del Tilo
El tilo es un árbol saludable por excelencia desde la antigüedad. Para usos medicinales se recolectan sus flores y sus brácteas secas a finales del verano, cuando las flores están abiertas sin marchitar. Se usan para elaborar la infusión de la tila, apreciada por sus poderes relajantes. El tilo cuenta en su composición con sustancias como los flavonoides, aceites esenciales (ricos en farnesol), mucílegos, compuestos polifenólicos y gran cantidad de taninos, azúcares. Éstos son los principales responsables de su efecto terapéutico.

La tila tiene propiedades aperitivas (estimulante suave del apetito), sedantes (ligeramente hipnótico), diuréticas, depurativas, demulcentes (protege las mucosas) y diaforéticas (aumenta la producción de sudor), expectorantes, para combatir resfriados y procesos catarrales (aliviar la irritación de la garganta y la tos). También se le atribuyen propiedades ansiolíticas, antiespasmódicas, antimigrañosas, antisépticas, digestivas, diuréticas, hipotensoras, relajantes y vasodilatadoras. En usos externos, la decocción de flores es muy útil para hacer gargarismos y enjuagues de boca y como cicatrizante de heridas. Las cortezas son un buen eliminador de toxinas.
Es también una excelente planta melífera. La tila tiene unas flores que producen gran cantidad de néctar pegajoso, resultando ser un festín para las abejas. Hay quien afirma que la mejor miel del mundo proviene del néctar de la flor de tila.
La corteza proporciona fibras usadas en cordelería. La madera es blanda y ligera, fácil de tallar, muy usada en ebanistería y grabado, era la preferida para la fabricación de tablillas de escrituras y para la construcción de colmenas; se emplea además en la fabricación de herramientas y utensilios y todo tipo de mobiliario.
En la actualidad esta especie es muy utilizada en parques y jardines, por ser un árbol de tamaño medio a grande, que proyecta una sombra de gran porte si el clima le es favorable. Su floración amarillenta y muy olorosa que inicia en primavera, la coloración espectacular que presenta en otoño, la permanencia de sus frutos en el árbol durante todo el invierno y la buena tolerancia a la contaminación urbana proporcionan a esta especie un alto valor ornamental.
Curiosidades del tilo
Los tilos han sido cultivados desde la antigüedad (griegos y romanos) por proporcionar buena sombra, por sus flores aromáticas, por sus usos medicinales, por el uso que daban a la corteza interna como pergamino y por considerarlos árboles sagrados. Los antiguos griegos y algunos pueblos eslavos respetaban a los tilos por ser el hogar de sus diosas del amor; en Alemania era la morada de enanos, hadas y dragones. Muy estimados en las poblaciones del centro de Europa, es considerado el símbolo en Eslovenia y Hungría. Es el árbol sagrado de muchas poblaciones germánicas. En los mitos germánicos y nórdicos se le tenía como el árbol de la resurrección.

Más tarde, cuando el cristianismo llegó a estas regiones, la leyenda fue incorporada al mismo como el árbol de la Santa Madre. Se plantaba en patios, mercados, cementerios y ermitas dedicadas a la Virgen María. No se podían celebrar juicios debajo de los tilos antiguos y sagrados. El rey Luis XIV de Francia estableció la costumbre de adornar las avenidas de entrada a los castillos con tilos, hábito que fue profusamente seguido por los jardineros de la época. En España se introdujo la especie en parques y jardines en el primer tercio del siglo XVIII.

Y para finalizar las curiosidades del tilo, es conocida la gesta de Sigfrido, un cazador de dragones, que logra vencer a Fafnir, el dragón que custodiaba el tesoro de los Nibelungos. Para ello el héroe legendario Sigfrido se unta todo el cuerpo con su sangre, porque el enano Mimar le había revelado que la sangre del dragón le volvería invulnerable. Sin embargo una hoja de tilo que había quedado pegada a su espalda dejo un punto sin bañar por la sangre del dragón.
Más tarde Sigfrido (quien se había apoderado del tesoro de los nibelungos) se casa con Krimilda, hermana de Gunter, rey de los burgundios quien da su consentimiento para la boda con la condición de que Sigfrido le ayude a conquistar a Brunilda, valquiria reina de las amazonas, quien solo acepta casarse con quien la venciera en combate; Sigfrido suplanta a Gunter para conquistar a Brunilda y la vence.
Casadas ambas parejas, discuten Brunilda y Krimilda y la mujer de Sigfrido revela involuntariamente que su marido tiene un pequeño punto en la espalda donde la hoja de tilo había impedido que la sangre del dragón Fafnir tocara su piel. Al conocerse que tiene un punto débil, un vasallo de Gunter, llamado Hagen, le pide a Krimilda que haga una señal en la capa de Sigfrido, para protegerlo, pero en realidad, es para matarlo y lo hace mientras este se había inclinado para beber agua.
Brunilda, apenada, decide suicidarse arrojándose a la pira funeraria de Sigfrido. Después Krimilda se casa con Atila (Etzel), el rey de los Hunos y ya en la corte ella logra que se invite a Gunter y a los Burgundios y asesina a Gunter y Hagen, satisfaciendo su venganza. En esta tragedia, amorosa e histórica, los hunos acabarán arrasando todo el reino de Worms.
Conviene recordar.
Glicinia de la Glorieta Lázaro
El Real Jardín Botánico de Madrid (RJB) es una enciclopedia viviente abierta a quien quiera descubrir sus tesoros vegetales. Con una colección de más de 5 000 ejemplares, el jardín es un referente para la investigación y el conocimiento de la Botánica, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Conserva y nos enseña todo tipo de flora de distintas partes del mundo, algunas especies en peligro de extinción y otras muy apreciadas por su singularidad. Es un canto a la biodiversidad vegetal.
El RJB se distribuye en tres terrazas escalonadas, plantas de América y del Pacífico, además de plantas europeas y actualmente es un centro fundamental en el estudio, la conservación y protección, la educación, la difusión y la divulgación de la que se encuentra en el Paseo del Prado, junto al Museo del Prado.
Mención especial son los árboles singulares del RJB y conviene recordar que en 1992 se aprueba el Catálogo Regional de especies amenazadas de Fauna y Flora silvestres y se crea la categoría de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid (art. 2 del Decreto 18/1992, de 26 de marzo, del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid) donde se definen como Árboles Singulares: "los ejemplares de flora que por características extraordinarias, por su rareza, excelencia de porte, edad, tamaño, significado histórico, cultural o científica, constituyen un patrimonio merecedor de especial protección por parte de la Administración".