Bajo el lema de 'No más violencia en La Cubierta', los vecinos de Leganés están recogiendo firmas para pedir el cierre de esta plaza de toros reconvertida en un área dedicada al ocio nocturno. Los residentes en los barrios aledaños denuncian que hay peleas que terminan a navajazos y destrozos en el mobiliario urbano cada fin de semana.
Vecinos de Leganés han iniciado en la plataforma digital change.org una recogida de firmas -que suma ya casi 2.500- en la que, bajo el epígrafe 'No más violencia en La Cubierta', piden el "cierre de este lugar" por la acumulación de gente que atrae y que genera altercados.
Dirigida al Ayuntamiento y al alcalde, Santiago Llorente, la petición reclama "el cierre de los bares de copas y que sean convertidos en algo que pueda ser de aprovechamiento para gente de todas las edades".
El motivo de esta petición: "que se ha convertido en un foco de violencia en el que se concentran distintas bandas latinas", que dan lugar "a peleas entre ellos y en las que se ve envuelta la gente que frecuentan estas discotecas todos los fines de semana con discusiones que desembocan en navajazos, tiros y muertes, además de peleas de todo tipo de gente por consumo de alcohol, drogas o celos".
Los vecinos de la zona llevan años pidiendo el auxilio de las Administraciones, ya que, cuando cierran los locales, los grupos se dispersan por la zona hasta altas horas de la madrugada o incluso del día siguiente, causando molestias y, en ocasiones, destrozos en el mobiliario urbano o en los vehículos aparcados en las inmediaciones.
"Pedimos el cierre de este lugar para poder vivir en paz, sin miedo a salir a la calle, poder sentarnos tranquilamente alrededor de la Cubierta con nuestros mayores,niños y perros", alegan los promotores de la propuesta, que abogan por un "Leganés digno que no sea conocido por estos desagradables hechos" y que ponga punto final a los "gritos, sangre, peleas y policías" de las noches del fin de semana.
Muerte
La situación de La Cubierta lleva años siendo un problema para vecinos y gobernantes. La situación llegó a su punto álgido en 2008 con la muerte del joven de 19 años Bruno S.O., durante una reyerta que se inició en el interior de una de las salas que, además, carecía de autorización para abrir a esas horas. A partir de ese momento se incrementó la presencia policial y Policía Local y Nacional establecieron dispositivos conjuntos de vigilancia en la zona.
Durante el pasado mandato, el exalcalde Jesús Gómez intentó llevar a cabo sin éxito un plan de recuperación de los locales de copas mediante un cambio normativo que limitase la actividad y que forzase a que todos estos locales pasasen de tener fines hosteleros a comerciales.