A pesar de que las semanas más duras de la pandemia en las que el material sanitario escaseaba y los centros médicos no estaban preparados para hacer frente al virus ya han pasado, casi 13 semanas después, muchos de ellos continúan sin las medidas de protección necesarias.
A día de hoy, multitud de centros de salud de la Comunidad de Madrid carecen de mamparas de protección en las unidades de admisión y citación de pacientes. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, pidió por carta el pasado 4 de marzo, diez días antes del comienzo del Estado de Alarma, la colocación urgente de estas mamparas, pero aún no han sido instaladas.
Los trabajadores se quejan de que a estas alturas las mamparas de protección brillen por su ausencia, lo que provoca que se sientan completamente expuestos al virus. Rocío Puebla, delegada de CSIF de Atención Primaria de la Dirección Asistencial Este, señala que los centros de salud que disponen de dicho material de protección gozan de esta medida porque ya la tenían antes de la pandemia o porque las han conseguido a través de donaciones de particulares o empresas, no a través de la Consejería de Sanidad.
Por otra parte, la Gerencia Asistencial de Atención Primaria de la Consejería recomienda a los trabajadores el uso de protector facial en las áreas de atención al paciente de los centros de salud que no cuenten con mamparas, lo que ha provocado la indignación de los empleados. La solución de ponerse una pantalla para tener que atender a los usuarios tampoco les convence, pues imposibilita alguna de sus tareas, como la atención telefónica: “Está claro que ellos no se ponen en el mostrador a coger el teléfono con una pantalla puesta, me gustaría ver cómo se apañaban”, asegura una delegada de CSIF de atención primaria.
Puebla hace hincapié en la desprotección que sienten la mayoría de sus compañeros: “No podemos estar demorando esta situación más tiempo, en cualquier comercio tienen su propia mampara, mientas que, en los centros médicos, donde nunca sabes si el paciente que tratas puede padecer el virus o no, llevamos esperando a que se tomen medidas desde el principio de la pandemia”. Con relación al uso de las pantallas faciales, la sanitaria matiza que “son el último recurso, cuando no se puede hacer de otra manera ya que hay que primar siempre la protección colectiva antes que la individual”.
Desde el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero han comunicado la creación de un Plan Conjunto para la Desescalada en los centros de salud y consultorios locales para reforzar la seguridad tanto de pacientes como de profesionales.
El proyecto contempla medidas como circuitos diferenciados de Covid-19 y zona no Covid. En el caso de los pequeños consultorios locales donde no se pueda realizar ese doble circuito por su estructura, se rederivará a los pacientes Covid-19 para su atención bien en el centro de salud de cabecera o bien a domicilio. Además, se está valorando la medida de instalar mamparas en función de las características de cada centro, apuntan desde sanidad.
"Las pantallas faciales son el último recurso. Hay que primar siempre la protección colectiva antes que la individual"
Preguntado por el tema de la falta de protección de los sanitarios, Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, expuso que la región se encuentra trabajando en ese plan de refuerzo de las infraestructuras públicas “de cara a poder ofrecer las mayores garantías tanto a trabajadores como a usuarios”. Eso sí, el de Ciudadanos señaló que desconoce si existe “algún caso puntual en el que no se hayan instalado mamparas”.
Entre los centros de salud de toda la Comunidad de Madrid que a día de hoy no cuentan con estas mamparas protectoras se encuentran el de Potosí, Cobeña, Fuente el Saz, Ensanche de Vallecas, algunos de Alcalá y Torrejón, Torres de la Alameda, Meco, San Agustín de Guadalix, Colmenar Viejo (Norte y Sur), Miraflores, Valdelasfuentes y Villalba Estación.
La inseguridad laboral y el hartazgo de los profesionales ha llevado a que incluso en algún centro se hayan costeado el material con dinero de su bolsillo, como es el caso del Centro de Salud Sanchinarro, desde el que solicitaron la instalación de mamparas en el mes de marzo. El Comité de Prevención de Riesgos laborales les respondió que los trabajadores de las Unidades de Atención al Usuario no son personal de riesgo y no estaba demostrado que las mamparas protegieran, relata una delegada de UAU. Los trabajadores han solicitado el reintegro del importe a la dirección asistencial, pero todavía no han recibido respuesta.
Más desprotección
Otra dificultad a la que se enfrentan los trabajadores en los centros sanitarios es la clasificación de pacientes como Covid o no. “No se puede saber preguntando al paciente si esto es así porque, entre otras cosas, hay pacientes que son asintomáticos. A lo que hay que añadir que muchos no explican bien sus síntomas e incluso no dicen toda la verdad en el triaje, porque no quieren que les vean en las salas destinadas al Covid, prefieren que les vea su médico y su enfermera habituales”, asegura esta delegada de CSIF.
“Y de los domicilios ni hablamos, porque eso es peor, sobre todo para el profesional que entra en una casa sin saber cuánta gente hay, si se te arriman o no, si llevan o no mascarilla, si hace un mes que no ventilan… Y a ver cómo vas, ¿en tu coche, el mismo que luego usas con tu familia?”, añade.
Y luego figuran las contrataciones, que de momento no se notan en los centros de atención primaria, que ahora cuentan con más funciones. “En la actualidad, enfermería hace las PCR, el triaje, el seguimiento de contactos y todo lo demás. En el documento que han sacado de primaria para la elaboración de las nuevas agendas ni siquiera se contemplan huecos para hacer el triaje. Es imposible hacer todo eso sin más contrataciones”.
Situación en hospitales
En lo referente a los hospitales, la situación no difiere mucho de la de los centros de salud. Por ejemplo, en el Hospital Universitario de Getafe o el Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, los mostradores de información no cuentan con mamparas, pese a que CSIF las viene exigiendo desde hace tiempo. A cambio, han equipado a los trabajadores de estas unidades con pantallas protectoras. En el caso del segundo, los servicios administrativos, que pertenecen a la parte privada de Acciona, sí que cuentan con mamparas.

Mampara de protección que fabricaron en atención al paciente del Hospital Infanta Sofía.
En el Hospital Universitario de Fuenlabrada se da la circunstancia de que la admisión de urgencias sí que cuenta con mampara pero la admisión general, no. En el Infanta Leonor de Vallecas, en cambio, sí les han colocado unas mamparas pero al no cubrir todo el área ha motivado las quejas de algunos trabajadores. En la Paz han conseguido mamparas en admisión de pacientes (citas preoperatorio) y quedan pendientes de poner en citaciones; sí que hay en urgencias de la General y del Infantil, pero no en urgencias de Maternidad y en Atención al Paciente.
Por su parte, el Clínico San Carlos sí que las posee en Urgencias y en admisión, pero no en plantas y en algunas secretarías, mientras que el Severo Ochoa, atención al paciente y controles de enfermería tampoco cuentan con mamparas. En el hospital de Móstoles han realizado un “apaño” en los puestos de auxiliares administrativos y en breve van a reestructurar la zona de información del ‘hall’ de entrada y van a colocar un mostrador con mampara.