La ARRMI está dirigida por la exalcaldesa de Lizarza
Regina Otaola y se encarga de gestionar los centros de ejecución de medidas
judiciales que los tribunales madrileños imponen a los menores que han
cometido algún delito o infracción. La Comunidad de Madrid ha reducido
el número de plazas disponibles en los ocho centros abiertos actualmente
"como consecuencia inequívoca del descenso que se ha
producido en el número de medidas judiciales de internamiento impuestas
por los jueces de menores". El mayor centro de estas
características se llama Teresa de Calcuta, está ubicado en el municipio
de Brea de Tajo y su gestión la tiene encomendada la Asociación GINSO.
La última memoria de la Agencia pone de manifiesto el descenso
global y progresivo de infracciones cometidas por menores en los
últimos cinco años: el homicidio o asesinato (pasa de 35 en 2007 a 5 en
2011) o las agresiones sexuales (de 63 a 19) son dos de los más
llamativos. Por otro lado, el perfil del menor infractor que cumple
medidas en la región es el de un varón (85,6 por ciento), de 17 años y
medio (27 por ciento), de nacionalidad española (59 por ciento) que
cumple medidas por cometer infracciones que conllevan violencia, como el
robo (21,6 por ciento). Lo ciertos es que el organismo que administra la justicia juvenil en la región es una de las 'joyas'
del Ejecutivo madrileño: más del 90 por ciento de los menores que pasan
por la Agencia no vuelven a delinquir.
Regina Otaola: "El respeto a la autoridad brilla por su ausencia"