En los centros de salud apenas se daban citas para consultas.
Las operaciones "no urgentes" en los hospitales han sido canceladas. Los pacientes, algunos molestos y otros comprensivos, estaban, sobre todo, desconcertados. Eso sí, el mensaje les ha quedado claro a unos y a otros: los sanitarios están muy enfadados y protestan "con ganas" por la reforma en la sanidad pública que pretende acometer el Ejecutivo dirigido por
Ignacio González y que supondrá la
privatización de seis hospitales y de todos los servicios no sanitarios del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).

SATSE, CCOO, Amyts, CSIT-UP, UGT y USAE, los seis sindicatos presentes en la mesa sectorial del Sanidad que
convocaron esta jornada de huelga, califican de "éxito histórico" el seguimiento "superando el 90 por ciento en varios centros de salud y algunos hospitales". Los
servicios mínimos —los mismos que en la huelga general del 14 de noviembre— se cumplían con normalidad, según la Comunidad de Madrid, que ha cifrado el seguimiento en un 26,5 por ciento en el turno de mañana (26 por ciento en hospitales y 28,6 en centros de atención primaria) y un 20,23 por ciento en el turno de tarde (10,1 por ciento en los hospitales y 41 por ciento en los centros de Atención Primaria).
En
La Paz, una asamblea convocada por la Asociación de Facultativos de Madrid (AFEM) —organización que se ha desmarcado de los sindicatos mayoritarios y ha convocado una
huelga indefinida de manera unilateral— ha congregado a más de mil profesionales en el salón de actos del centro. La enorme afluencia de facultativos ha obligado a los organizadores a desplazar la asamblea a la calle. Al grito de "Sanidad pública", " La sanidad no se vende, se defiende", "Soy médico, soy paciente", "Todos los sanitarios tenemos un deseo: que a la privada no vaya el dinero" o
"Paciente, escucha, por ti es esta lucha", han ocupado toda la explanada frente al hospital para, más adelante, emprender una 'marcha blanca' hasta la plaza de Castilla. "
Esta protesta no la estamos haciendo por nosotros, sino por los pacientes, al fin y al cabo nosotros al final tendremos trabajo", afirma un joven médico interno residente (MIR). Precisamente este colectivo ha secundado el paro "prácticamente al cien por cien", indica UGT-Madrid.

En el
Carlos III —centro que el Gobierno regional
pretende transformar en hospital de media y larga estancia y cuyos trabajadores ya llevan 21 días de encierro— la protesta no era tan concurrida pero, según las cifras facilitadas por el personal del centro, la huelga ha tenido una incidencia del 81,25 por ciento en facultativos, 64,66 por ciento en personal sanitario y 74,73 por ciento en personal no sanitario.
Según ha señalado a este digital Juan Domingo, presidente de la junta de personal de la zona norte del SERMAS y jefe de Admisión del hospital
"ha sido un triunfo de todos los profesionales que nos ha unido más que nunca". "Lo que van a hacer me da más miedo como paciente que como médico", agrega un doctor del hospital que lleva más de 35 años trabajando al servicio de la Administración pública.
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También en el
Ramón y Cajal cientos de trabajadores se congregaban frente a la entrada principal del recinto. Carmen Medranda, secretaria de Sanidad de UGT-Madrid, que ha participado en las protestas, considera que
"el PP pretende acabar con un sistema sanitario de gran calidad".
Emilia Redondo, auxiliar en el Ramón y Cajal, ha afirmado que este hospital "sufrirá un efecto dominó por las
privatizaciones de los seis hospitales pues al personal fijo lo tendrán que 'recolocar' y nuestros interinos irán a la calle". Redondo ha criticado además que Sanidad pretenda
cerrar el laboratorio de este centro. "Tan solo dejarán funcionando el de La Paz, el Clínico, el Puerta de Hierro y el Doce de Octubre", añadió. Entre tanto, un paciente hospital se lamentaba de no haber sido operado de una hernia, intervención que tenía programada para este lunes.
En los centros de salud, el seguimiento ha sido desigual. Según un muestreo de CCOO con datos obtenidos en 23 ambulatorios de la capital, en algunos ha sido del 30 por ciento, en otros del 80 por ciento, y en otros ha alcanzado el cien por cien.
Madridiario visitó el de Fuencarral, lugar donde la mayor parte de trabajadores había acudido a sus puestos de trabajo.
El Gobierno no cede
El responsable de la Sanidad madrileña, el consejero
Javier Fernández-Lasquetty, lejos de dar su brazo a torcer, ha tachado la protesta de "irresponsable" e "injustificada" pues, según dice, "sus argumentos son absolutamente falsos". "Los hospitales y centros de salud ni se venden ni se privatizan. Lo que tenemos son magníficos centros de salud y hospitales que son públicos y van a seguir siendo públicos", ha enfatizado el consejero. Lo cierto es que, efectivamente, los hospitales van a seguir siendo financiados con dinero público, pero su gestión estará controlada por empresas privadas.
La de este lunes ha sido la primera de las jornadas de protesta convocadas. Mañana, además de repetirse la huelga, se ha convocado
una gran manifestación que a las 18.30 partirá desde la plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno) y llegará hasta la Puerta del Sol.