
De Lucio explicó que los inmigrantes tienen efectos sobre casi todos los aspectos de la economía. "Por ejemplo, generan nuevos negocios y necesidades, en sectores como la hostelería o el ocio y habrá cada vez más inmigrantes trabajando como autónomos en estas cuestiones". "Además la inmigración abre nuevas posibilidades de internacionalización, porque se trata de personas que conocen bien tanto el país de origen como el de destino, así como sus idiomas". Según De Lucio, la llegada de trabajadores extranjeros ha supuesto, entre otras cosas, "mayor movilidad de los trabajadores entre las Comunidades Autónomas, una ayuda para la incorporación de la mujer al trabajo, pero también una mayor tasa de temporalidad en el empleo joven".
El director del Servicio de Estudios de las Cámara expuso algunas de las "falacias" que se suelen decir en torno a la inmigración. "Se dice que no es un fenómeno nuevo, pero sí que lo es en nuestro país, que en 1996 tenía una tasa de inmigrantes del 1 por ciento, mientras que hoy se acerca al 10 por ciento". Según De Lucio, "la inmigración no sirve para favorecer el desarrollo de los países pobres, porque se les quita su capital humano". Este fenómeno "tampoco nos asegura sostener el Sistema de Protección Social a largo plazo", sino sólo a corto, por lo que es necesaria una reforma de éste. De Lucio indicó que los salarios de los inmigrantes están por debajo de los de españoles pero sólo durante los primeros quince años, momento a partir del cual se igualan por lo que es falso que la inmigración "sólo afecte a la mano de obra no cualificada".