Los vecinos del PAU de Carabanchel despertaron el 8 de septiembre con ruido de maquinaria de fondo. Varios obreros allanaban el terreno de la parcela localizada en el número 27 de la calle Los Morales desde las 6:30 de la mañana. No imaginaban tan temprano que ese día iniciarían la misma lucha contra un cantón de limpieza que ellos mismos habían apoyado en el cercano barrio de La Fortuna. El Ayuntamiento de Madrid planea construir a 16 metros de sus viviendas una base logística para el servicio de limpieza y los residentes en la zona piden su reubicación en otro espacio alejado de sus hogares. "No nos negamos a que lo instalen, pero no debajo de nuestras terrazas", señalan desde la plataforma de afectados.
El pasado viernes mantuvieron una reunión con el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, quien les aseguró que la actividad del cantón se limitará a la de mero almacén de carritos y emplazamiento de vestuarios. No le creen. Según traslada el portavoz de los vecinos, Antonio Gordón, el concejal 'popular' terminó reconociendo que también se contempla la creación de un depósito de salmuera y de un aparcamiento para camiones de hasta 3.500 kilos. "Eso no es ningún camioncito. Vamos a tener ruidos, olores e insalubridad", se queja. La simple entrada y salida de los carritos 24 horas, señala, conllevará "pitidos y molestias por la apertura de puertas".
Además, el pliego de adjudicación de la obra recoge que en solares de más de 1.250 metros cuadrados, como es el caso, se requiere la construcción de un foso o muelle de descarga para el vaciado de los equipos de peinado y barredoras. La posibilidad de que el cantón albergue basura -extremo que el Consistorio desmiente- ha hecho saltar todas las alarmas en el barrio, pues la instalación se situará a 25 metros de un colegio y a 50 de una escuela infantil y otra de educación especial. "Por razones obvias de salubridad y posibles plagas el cantón no se puede ubicar, como se pretende, en una zona de tránsito infantil", sostienen los afectados.
Acercar el cantón para ganar "efectividad"
Desde el área de Medio Ambiente y Movilidad remarcan que "cuando sea definitivo -el proyecto para el cantón- podrán informar al respecto". "Hay reuniones previstas con la Junta Municipal de Carabanchel", agregan fuentes de la Concejalía. Borja Carabante incidió la semana pasada en que "no habrá residuos, sino vestuarios y almacenes para guardar los carros de los barrenderos". Así, el Gobierno municipal justifica la elección de esta parcela del PAU en la necesidad de "acercar las maquinarias a las calles y viviendas" para ganar en eficacia.
El nuevo contrato de limpieza, que entró en vigor en noviembre de 2021, ha supuesto un aumento del 40 por ciento en personal, así como una inversión extra anual de 80 millones de euros. Según explicó Carabante, los nuevos pliegos también buscaban "dotar de infraestructuras como cantones para que nos permitan gestionar el servicio de una manera más eficiente".
Sin embargo, los vecinos temen que se repita la desagradable experiencia que viven en la calle Aquitania, en San Blas, donde otro cantón de limpieza a unos diez metros de edificios residenciales perturba su descanso desde que abrió a finales del año pasado. Según denuncian, el trasiego de camiones por la noche es continuo, lo cual no solo genera ruidos, sino también contaminación a escasos pasos de sus ventanas. Hasta 200 familias sufren este perjuicio, que ahora podría agravarse si se finalmente se ejecuta la ampliación prevista.
Aunque la obra del cantón de Carabanchel permanece paralizada, los residentes ya están sufriendo las primeras consecuencias negativas. "Vecinos que estaban vendiendo su piso han visto como los compradores retiran las señales por lo que se va a hacer", cuenta Antonio Gordón. La devaluación del precio de sus viviendas les preocupa, pero más aún la pérdida da calidad de vida. "Vivimos al lado del aeródromo de Cuatro Vientos, así que padecemos los ruidos de los aviones, y tenemos una plaga de conejos brutal en las urbanizaciones. Ya tenemos bastante problemas, como para sumar más", expone el portavoz.

Reubicar en otra parcela dotacional
Desde el PAU piden al Ayuntamiento que reubique el cantón en otro terreno aislado del núcleo residencial. "Hay parcelas dotacionales y aunque tengan diferente uso pueden cambiarlo", apunta Gordón. Como ejemplo de que con voluntad política puede hacerse, el caso del propio solar elegido, en la calle Los Morales, calificado como dotacional deportivo hace unos años y ahora futura base logística del área de limpieza si el Ayuntamiento no lo remedia. Como otra alternativa proponen "optimizar" otro cantón emplazado a unos dos kilómetros, detrás de la M-40 y del centro comercial Islazul. "Así se ahorran el pastizal que cuesta el nuestro", apostilla.
Decenas de personas se concentraron contra la ubicación del cantón el pasado domingo y repetirán protestas si el Consistorio no se replantea esta operación. La plataforma vecinal ya ha solicitado poder intervenir en el Pleno del distrito del próximo mes de octubre para hacerse oír. Mientras tanto, siguen recogiendo firmas físicas y a través de Change.org en contra del proyecto. En total, afirman haber recabado unas 5.000. Con esta movilización esperan conseguir la misma suerte que sus vecinos de Latina, cuya presión fue determinante el pasado mes de febrero para conseguir que el cantón que debía ubicarse junto a sus casas se trasladase a una zona industrial.