Triunfadora por todos los escenarios en que se ha subido, 'Juguetes rotos', que este jueves tiene un pase especial a las ocho de la tarde en el madrileño Teatro del Barrio, va a continuar de gira próximamente. Una valentísima y magnífica obra, escrita por Carolina Román, de plena actualidad sobre las identidades sexuales y sus derechos, el 'buylling', y lo mucho que queda por avanzar socialmente. En la que Nacho Guerreros, el cómico Coque de 'La que se avecina', muestra su faceta de actor completísimo como Mario, acompañado por otro gran intérprete, Kike Guaza.
Este proyecto, que nació también con enorme éxito en la Argentina de su autora, propone una reflexión sobre la identidad sexual, centrada particularmente en las décadas del 60 y 70, como contrapunto del presente; un período de cambio social que redefinió lo que los cánones sociales señalaban como normal.
Porque en este entramado social que compartimos hay muchas personas que no sólo no terminan de encajar si no que ven afectadas sus vidas por un sistema de valores que recién ahora comienza a reconocer su legitimidad, a permitirles una vida más allá
de los escenarios, que fueron su refugio durante décadas.
La obra está construida sobre dos pilares: el trabajo de Nacho Guerreros, que casi sin abandonar el escenario durante toda la función, va presentando la transformación progresiva de Mario, con sus dudas y sus anhelos; y el de Kike Guaza, que compone diferentes personajes en el entorno de la protagonista. Entre ambos tejen y destejen breves episodios en una vida de ficción que se nutre también de historias y relatos de varias personas reales.
Argumento
Mario trabaja en una oficina. Una llamada le cambiará la vida para siempre… A partir de ese momento, viajaremos a su infancia, habitaremos su casa, recorreremos su pueblo. Pinceladas en blanco y negro que truncarán su identidad sexual y de género. Como la de tantos otros.
Todos creen que Mario es libre...menos él. Porque Mario vive enjaulado. En una vida que no quiere; en un cuerpo que le pide cambios; en una sociedad que aún no está preparada para muchas cosas y que, por eso, crea demasiados juguetes rotos que no sabe arreglar.
Mario decide, es su apuesta la que puede llevarle , o no, a la felicidad. Pero la felicidad tiene un precio, y no es precisamente bajo.