Tres hombres y cuatro mujeres han sido detenidos en varios puntos del país por un delito de pertenencia a grupo criminal. Según los investigadores, fabricaban medicamentos ilegales que podían suponer un grave riesgo para los consumidores. Contaban con un laboratorio clandestino en Toledo en el que se cree que podrían haber producido hasta cien mil pastillas que envasaban y almacenaban en Arroyomolinos y que intentaban colocar en el mercado como productos vigorizantes.
La Policía Nacional, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria han desartiulado un grupo criminal dedicado a la producción de medicamentos ileales y su venta como suplementos nutricionales. En el marco de la operación han sido detenidos tres hombres y cuatro mujeres de entre 32 y 64 años por delitos de pertenencia a grupo criminal, contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y falsedad documental.
Asimismo, han sido realizados siete registros domiciliarios en las localidades toledanas de Fuensalida y Huecas, la madrileña de Arroyomolinos y la barcelonesa de Sant Boi de Llobregat y se han intervenido 10,5 kilos del principio activo tadalafilo, con el que se habrían fabricado alrededor de dos millones de cápsulas, más de 100.000 cápsulas con medicamento preparadas para venta, así como materia prima para su elaboración y maquinaria para su fabricación, estimando que el beneficio de la venta de estos productos podría alcanzar varios millones de euros. Igualmente se ha desmantelado una plantación interior de marihuana y por este motivo se ha puesto a disposición judicial a una de las detenidas por un delito contra la salud pública y otro por defraudación de fluido eléctrico.
Paquetes de China
La operación se inició en febrero de 2018 cuando se detectó la entrada, a través de la Unidad de Análisis de Riesgos del Aeropuerto de Madrid-Barajas, de varios paquetes procedentes de China que contenían 'tadalafilo', principio activo de un medicamento para tratar la disfunción eréctil, sustancia que puede representar un peligro para la salud pública sin el preceptivo control sanitario.
A partir de ese momento la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria iniciaron una operación conjunta Roja_Capsula_Cloro. Los investigadores comprobaron que los envíos tenían como destinatario un entramado familiar ubicado en localidades de la provincia de Fuensalida y Arroyomolinos. Los agentes comprobaron que estas personas también recibían blísters y cartonajes para fabricar medicamentos.
Durante la investigación se verificó que durante el segundo semestre del 2017 los sospechosos vendieron, a través de una empresa aparentemente legal, como producto nutricional un vigorizante que había sido retirado del mercado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), por tener concentraciones de principio activo (sildenafilo), no declarado en su composición, lo que lo convertía en un medicamento ilegal que suponía un grave riesgo para la salud de los consumidores.
Último toque
Igualmente se comprobó que estas personas formaban parte de un grupo criminal que no tenían ningún tipo de autorización sanitaria para producir o distribuir medicamentos o productos medicamentosos y que las instalaciones que utilizaban no eran las adecuadas para su elaboración, utilizando un laboratorio clandestino ubicado en la localidad de de Huecas. El envasado final del producto se hacía en Arroyomolinos, donde se almacenaba hasta su posterior distribución.
Este grupo criminal había creado un entramado de empresas como Bepharma Supplies, S.L. y otras, que contaban con diversas marcas que, bajo la apariencia de productos naturales, vendían medicamentos con el principio activo tadalafilo, susceptibles de ocasionar graves daños. Algunas de las marcas utilizadas por el grupo criminal para la comercialización de sus productos son: 'Gobilor', 'Gobilor Gay', 'Fly', 'Titan Pils', 'Supermen', 'Camaleón', 'Vigonatur', 'Natural Lovers', 'Bufalo Peals', 'Toofort', 'Bicogrem Haiz', 'Bormeo', 'Bambú'.
Los investigadores verificaron que este grupo criminal planearía la ocultación de los beneficios de la venta de estos productos a través de una empresa dada de alta en el Reino Unido, para lo que utilizaban un testaferro y direcciones falsas y con la que pensaban generar facturas falsas para justificar la entrada de dinero y simular la compra de los productos a países del éste asiático. Entre los clientes de los productos elaborados por el grupo criminal hay gran cantidad en España, pero también en otros países de Europa.
Una vez analizadas todas las pruebas se realzaron siete registros, seis de ellos simultáneos en las localidades citadas. Se estima que el beneficio de la venta de estos productos podría alcanzar varios millones de euros, en función del precio de venta final.