La Comunidad de Propietarios de Bravo Murillo 297 urge un arreglo para un problema que arrastra desde hace décadas y que se ha agravado en los últimos años. Los vecinos se manifiestan este jueves para exigir "una solución viable y legal" para una plaza calificada como "propiedad privada de uso público".
Vehículos en doble fila, furgonetas en la acera, carga y descarga a cualquier hora del día, coches fúnebres que no pueden acercarse a los portales… Así discurren los días frente al número 297 de Bravo Murillo: once bloques con cerca de 300 casas en las que viven unas mil personas. "Donde hoy se asienta el edificio antes lo hacía la Plaza de Toros de Tetuán", cuenta Alicia Asensio, vicepresidenta de la Comunidad de Propietarios, a Madridiario.
Al construir el edificio de viviendas, se llegó a un acuerdo con el área central, que también era propiedad de los vecinos: desde 1969, esa zona es una plaza calificada como "propiedad privada de uso público". Una frase en la que residen los problemas que cada día soportan, "desde hace años", vecinos y comerciantes.
En un Madrid 'tomado' por el Servicio de Estacionamiento Regulado, en este rincón próximo a la plaza de Castilla no hay líneas verdes ni azules. Tampoco parquímetros. Pero sí espacio para aparcar. Y numerosos comercios, "unos mil vecinos" y el Mercado de Tetuán: "Esto es un caos permanente", resume Alicia, que explica que el problema se agrava "en días como el viernes pasado, con el nivel 2 del Protocolo Anticontaminación activado, cuando van como moscas a aparcar a nuestra plaza porque saben que allí no les pueden multar".
Ese es un ejemplo del 'choque' entre lo público y lo privado: "Es público para que la gente aparque gratis, pero privado para cualquier gasto de mantenimiento, como la luz de las farolas, el agua del jardín o las aceras", se queja una representante vecinal que señala el camino para la solución: "Lo que queremos es llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento y para eso tenemos que hablar. Pero ellos tienen la autoridad, por lo que nos tienen que explicar cuáles son las opciones".
"Lo que más nos preocupa es el acceso de los servicios de emergencias"
Para que el problema "no se quede parado y sin solución", los vecinos de Bravo Murillo 297 han convocado una manifestación para este jueves: "Siempre hemos querido cambiar la situación de caos. Si no le damos visibilidad, nos vamos a quedar así para siempre", defiende Asensio. "Pedimos que el Gobierno local trate un tema que afecta a muchísima gente, que no es nuevo y que sabemos que no es sencillo", sostiene la vicepresidenta de la Comunidad de Propietarios.
No obstante, lo que más preocupa a los vecinos es que, en caso necesario, los servicios de emergencia no puedan acceder a la plaza. "Aquí vive mucha gente mayor y muchas veces necesitan entrar ambulancias, de vez en cuando hemos tenido algún incendio... Cuando nos enteramos de un fuego en una zona cercana no podemos evitar pensar lo mismo: 'Por favor, que no pase aquí cuando está todo bloqueado'". No solo eso; hace solo unos meses vieron, por ejemplo, cómo un coche fúnebre debía estacionar en el carril bus para poder realizar su trabajo.
"La solución, viable y legal, será un éxito para todos"
Hay más contratiempos, sobre todo, a primeras horas de la mañana, cuando las prisas de unos se topan con la carga y descarga de otros: "Imagínate: tienes que ir al trabajo, tienes tu coche aparcado y tienes que esperar hasta que venga el conductor del vehículo que obstaculiza para poder irte. Eso o coger un taxi", denuncia. "Nunca hemos tenido ningún problema en que los comercios puedan ejercer su actividad, pero hay quien hace la carga y descarga invadiendo la acera", cuenta Alicia, que, a pocas horas de la manifestación convocada para las 18:00 de este jueves, clama en Madridiario por "una solución en la que las tiendas puedan trabajar, los vecinos circular y se asegure el acceso de las emergencias".
Es consciente de que el asunto es "muy complicado", pero "todos los problemas, con voluntad, se solucionan", advierte. "Al final será un éxito para todos: para el Ayuntamiento, que lo resuelve, y para los vecinos, que verán solucionado un tema enquistado", zanja, no sin reconocer la dificultad que entraña aunar los intereses de tantas personas: "Me he centrado en hacer entender que tenemos que querer algo que sea viable y legal. Y ahí ya hay menos opciones", sentencia.
El camino, asume, "aún será largo", pero la senda está marcada por una reunión, el pasado mes de abril, con el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo: "Tenía voluntad para que se solucionara y dio directrices en ese sentido, por lo que entendemos que el tema quedó orientado". Por eso hoy más que nunca los vecinos de Bravo Murillo 297 piden "que no se pare".