Los hechos se produjeron durante la mañana del pasado 15 de junio cuando el hombre, por motivos que aún se desconocen, comenzó presuntamente a estrangular a su mujer. La empleada del hogar, al presenciar los hechos, se interpuso para evitar que el hombre acabara con la vida de la víctima y a continuación llamó a la Guardia Civil.
Los agentes que se personaron en la vivienda detuvieron al hombre a quien se le imputó un delito de violencia de género y lo trasladaron a los juzgados. Según fuentes jurídicas la juez le impuso una orden de alejamiento de 500 metros respecto a la víctima así como la obligación de ingresar en una residencia de la Comunidad de Madrid debido a que por su avanzada edad no puede entrar en prisión.