El método utilizado por los estafadores consistía en adquirir datos de clientes de nacionalidad rumana que tuvieran contrato con la compañía, procediendo a la confección de cartas de identidad y de certificados de registros de la Unión Europea falsificados. Con esta documentación acudían a los establecimientos de la compañía donde solicitaban cambios en la tarjeta SIM del teléfono vinculadas a los clientes a los que habrían usurpado la identidad.
Tras ello, realizaban una modificación del contrato por uno superior, al tiempo que solicitaban un terminal móvil de alta gama a través de la tienda de puntos de la compañía. Con este curioso método habrían estafado a la compañía más de 37.000 euros. Los responsables actuaban principalmente en la Comunidad de Madrid aunque también en otros puntos de Cataluña y Comunidad Valenciana.
La investigación comenzó cuando una conocida compañía de telefonía puso en conocimiento de la Policía que estaba sufriendo desde octubre fraudes de manera sistemática en sus establecimientos. Los arrestados fueron pillados 'in fraganti' cuando pretendían adquirir un teléfono de alta gama en un establecimiento ubicado en el interior de un centro comercial de la localidad de Leganés.
Cuando estas personas fueron identificadas por los agentes mostraron todo tipo de documentaciones falsificadas y tras un registro posterior de su vehículo se incautaron también varios terminales móviles adquiridos por este procedimiento días antes.