En 1997 el director Peter Cataneo filmó la película The Full Monty, en la que un grupo de desempleados en la ciudad inglesa de Sheffiel, busca la forma de levantar el ánimo y de ganar algún dinero. Está ambientada en los años setenta del pasado siglo, cuando se produjo una brutal reconversión del sector metalúrgico. La película fue un éxito en todo el mundo y, tres años después, el dramaturgo Terrence McNally llevó la historia a la escena en formato musical. Las canciones son de David Yazbek. Durante dos años, y casi ochocientas representaciones, se pudo ver en Broadway. Después no se ha repuesto.
No tardó en llegar este musical a España, aunque solo pudo verse el año 2001 en Barcelona, con dirección de Mario Gas. Fue, además, la primera producción europea de esta historia.
Han pasado veinte años y los full montys reaparecen, esta vez en teatro Rialto madrileño. Parece que, por el momento, es el último musical de la temporada que se presenta ante el público y en plena Gran Vía, recuperada para el gran espectáculo.

El título hace referencia al desnudo frontal integral que se hace en los espectáculos dirigidos, sobre todo, al público femenino. Los protagonistas de la historia -que en el musical son de Buffalo- tienen cualquier cualidad, menos la de cuerpos esculturales que son necesarios para estas exhibiciones. Pero en el intento de crear su propia estética, luciendo orgullosos sus físicos absolutamente normales, los parados encuentran un punto de partida para intentar reintegrarse a la sociedad.
Cada uno de los seis strippers nos va contando su situación personal ante el despido, la relación con sus esposas o con sus hijos. Se descubren como seres totalmente vulnerables, afectados por lo que consideran un fracaso. Sin embargo la historia no fue, desde sus comienzos cinematográficos, contada con tristeza o amargura. No dejan de ser depresivos los problemas, pero se acaba imponiendo el aire de comedia. Los parados recobran la esperanza, a pesar de sus temores a mostrarse desnudos ante sus propios paisanos. El proceso de montar coreografías es, posiblemente, lo más divertido de esta propuesta. Mientras lo llevan a cabo surgirán roces, rencillas y hasta una enternecedora historia de amor homosexual. No nos podemos olvidar del papel que juegan las esposas, decisivo para que los intrépidos artistas se lancen a la pista del club sin complejos. Seguramente, quienes hayan visto la película recordarán el espectacular final del espectáculo en el que se comprueba si los chicos llegan a ser capaces, o no, de hacer su desnudo total. Aquí, para comprobarlo, tendrán que ir al Rialto.

La nueva versión de este musical ha sido dirigida por David Ottone, de Yllana. En el reparto figuran artistas habituales de la Gran Vía, como Marta Valverde, Marta Malone, Carlos Salgado, José Navar o Samuel Gómez. Una orquesta de quince profesores pone la música en directo.
La temporada madrileña se prolongará durante once semanas, hasta después de Navidad. El año 2022 y parte de 2023 The Full Monty musical recorrerá las principales ciudades españolas.
