Las casas de apuestas deberán contar con una suerte de mostrador en la entrada donde los clientes deberán identificarse, al igual que ocurre en bingos y casinos. La Comunidad modificará dos decretos para obligar a los locales a reforzar así la seguridad y que no se cuelen menores. Además, también se regulará la rotulación de los mismos para que las salas de juego no sean confundidas ni con casinos ni con bingos. Eso sí, el Gobierno no regulará dónde pueden abrirse este tipo de negocios.