El Ayuntamiento de Madrid va más allá de las condolencias tras la muerte de la medallista olímpica Blanca Fernández Ochoa. La portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz, ha avanzado que estudian ya poner el nombre de la esquiadora a algún espacio deportivo de la ciudad.
“Tiene méritos más que sobrados para tener un espacio con su nombre en su ciudad, donde nació y donde vivió la mayor parte de su vida”, ha asegurado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno celebrada este jueves en el Palacio de Cibeles.
Lo que no ha aclarado Sanz es si se renombrará algún polideportivo ya construido o si se pondrá su nombre a alguno que se levante en las próximas fechas. En lo que sí ha insistido es en que Blanca “tiene méritos más que sobrados”. Fue “medallista olímpica y una pionera en el deporte femenino”, ha declarado tras asegurar que Madrid “le debe un regalo”.
Cuatro días de búsqueda y varios más desaparecida
El cuerpo de Fernández Ochoa fue encontrado ayer al mediodía. Era la una de la tarde cuando un guardia civil de descanso avistó con su perro el cadáver de una mujer en la zona de Collado del Rey, próximo al Pico de La Peñota. Ese dispositivo de búsqueda, además, era novedoso: se activó porque un vecino dijo avistar a Blanca por allí días atrás.
Entonces, el juez de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Collado Villalba, Ricardo Ruiz Saenz, efectuó el levantamiento del cadáver y los restos de la deportistas fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense.
Era el trágico final de cuatro intensas jornadas de búsqueda que peinaron Cercedilla desde el pasado lunes, dos días después de que la Policía diera a conocer que Ochoa se encontraba en paradero desconocido desde el pasado 24 de agosto. Antes, decenas de voluntarios batieron hasta doce rutas alrededor de donde el hermano de la medallista olímpica encontró el coche negro propiedad de la deportista.
Con todo, los forenses practicarán este jueves la autopsia para determinar las causas y emitirán un primer informe preliminar, aunque el cuerpo se encuentra en un avanzado estado de descomposición. Eso sí, la Policía ha trabajado desde el principio con la hipótesis de una marcha voluntaria y han dejado caer que la muerte no fue accidental.
Un alma conectada a la Sierra
Como reza el perfil publicado ayer por este diario, el alma de Blanca Fernández Ochoa estuvo unida a la montaña desde la niñez, tras fijar su familia su residencia en la estación de esquí de Navacerrada. Sin embargo, fue el oro de su hermano Paquito en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1972 lo que dio el impulso definitivo a la deportista, que comenzó en la misma disciplina que él a los ocho años.
Con once años ingresó en un centro de entrenamiento de Vielha y pronto se alzó con el campeonato nacional infantil de eslalon gigante. En categoría absoluta, la de Carabanchel conquistó el doble Campeonato de España de ese deporte. Más tarde, se colgaría cuatro preseas de oro en la Copa del Mundo y una de bronce en los Juegos Olímpicos de Albetville en 1992, una de las cuatro citas olímpicas a las que acudió tras Lake Placid, Sarajevo y Calgary.