A escasas horas de que Chanel entone el pregón del Orgullo en Pedro Zerolo, el Orgullo ha perdido uno de sus escenarios: el de la Plaza del Rey. Los conciertos programados en este enclave han sido suspendidos por una obras públicas cercanas, pese a que las dificultades que estos trabajos podían acarrear se conocen desde hace 10 días, ha reconocido la vicealcaldesa, Begoña Villacís. El Ayuntamiento de Madrid trabaja ahora para que los espectáculos puedan reubicarse en la Plaza de Barceló.
"Este problema no lo sabemos desde ayer, el lunes ya había un informe de Bomberos y Policía que decía que la zona era impracticable", ha explicado la líder de Cs. La dirigente municipal ha puesto en valor el trabajo llevado a cabo la semana pasada por parte del área de Obras y Equipamientos para despejar la calle. "Pensábamos que podíamos llegar porque se ha avanzado muchísimo echando arena en los agujeros, pero Bomberos y Policía dicen que existiendo vallas no se puede garantizar una evacuación", ha precisado.
El Consistorio asegura que los organizadores fueron informados de estas circunstancias el pasado viernes. Sin embargo, estos apuntan a las "trabas" que el Ejecutivo les ha puesto para la celebración del Orgullo LGTBI. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha defendido este miércoles la decisión tomada respecto a la cancelación del escenario de Plaza del Rey: ¿Alguien puede imaginar un Ayuntamiento tan irresponsable de ignorar informes técnicos y que se hubieran podido producir lesiones e incluso fallecimientos?", ha planteado.
Como alternativa, el Gobierno local está tramitando el posible traslado del escenario y los shows previstos a otro emplazamiento: la plaza de Barceló, en Tribunal. "Estamos hablando con la Junta del Distrito y con Movilidad y tiene toda la pinta de que se va a poder hacer allí", ha indicado Villacís.
Usuarios en redes sociales junto a Balenciana, una de las artistas cuya actuación estaba programa en Plaza del Rey, han convocado una sentada contra Almeida y Villacís en señal de protesta ante los acontecimientos. "Llega un momento en el que hay que levantar la cabeza y mostrar la dignidad que nos quieren quitar", ha reivindicado. La cantante Rocío Sáiz, quien también actuará en el Orgullo, ve "demasiadas fisuras" en esta cancelación y no cree que sea "casualidad".
El ruido, otro obstáculo
El pregón y los conciertos se celebrarán mirando al sonómetro. El Ayuntamiento de la capital no ha autorizado este año la exención total de los límites del ruido, tan solo permitiendo una ampliación del máximo.
Los niveles sonoros de las actuaciones musicales, medidos a 1,5 metros de la fachada de los edificios de viviendas más próximos, no podrán sobrepasar los 80 decibelios hasta las 23 horas y los 70 decibelios desde esa hora hasta su finalización tanto en Plaza de España como en Callao. Por su parte, en Pedro Zerolo, y estaba previsto en Plaza del Rey, no podrán superarse los 75 decibelios hasta las 23 horas y los 65 hasta su conclusión.
"Va a ser un problema porque los límites se alzado, pero no son suficientemente altos", ha advertido la vicealcaldesa. La mandataria "entiende" que los festejos deben compatibilizarse con el descanso vecinal, pero apela a que la exención ya se ha aplicó entre 2015 y 2019 "y no ha traído mayores problemas". Comprende, ha dicho, "los reparos del concejal de Medio Ambiente", Borja Carabante, para no permitir esta 'barra libre' de ruido, pero admite que "dificulta, sin lugar a dudas, el Orgullo", como denuncian las entidades organizadoras.
"Estamos muy preocupados porque hemos constatado que los niveles de ruido permitidos se superan solamente con el de la calle. No pedimos ninguna ilegalidad", ha trasladado el coordinador general del MADO, Juan Carlos Alonso, a Europa Press. La preocupación es total, pues si este máximo sonoro se excede, la normativa obliga a devolver la cuantía que aporta el Ayuntamiento como principal patrocinador institucional del evento: 500.000 euros.