La Sala de los Bonsais del Real Jardín Botánico exhibe desde el pasado 5 de diciembre 'Los árboles que somos. Testigos del tiempo', una muestra que recoge una selección de obras de Miguel Ruiz-Poveda que reflejan la naturaleza del medio rural, con su flora y su fauna, su clima y sus costumbres.
El autor "ahonda en las entrañas del territorio en el que vive, el territorio de la Península Ibérica. Sus árboles -encinas, olivos-, y sus campos -viñedos, trigales-, forman parte de una larga tradición de nombrar el paisaje y de indagar en las raíces de las identidades colectivas que lo habitan, desde los Machado hasta Unamuno, pasando por la Escuela de Vallecas o la Escuela de Madrid", apunta la poetisa y profesora de español en París, Natalia Ruiz-Poveda.
La obra de Miguel Ruiz-Poveda nos devuelve a los ritmos naturales, el del sol y la luna, los cambios de estación y las cosechas. En su obra, los árboles son los verdaderos espectadores y con su silencio nos alertan de un futuro en el que la naturaleza está en riesgo.
El proyecto de exposición que presenta en el Real Jardín Botánico, según sus propias palabras, "trata de dar protagonismo a esos árboles, que son esculturas vivientes y testigos del paso del tiempo. Los árboles pueden crecer en el campo sin gente pero necesitan cuidados, podas que guíen sus ramas, tratamientos adecuados, y esto solo se puede hacer si hay gente viviendo en el campo. No nos podemos permitir el lujo de abandonar el paisaje que es uno de los aspectos más importantes de la cultura de un país".
Miguel Ruiz-Poveda (Madrid, 1958) es un pintor de amplia trayectoria artística. Con formación científica, licenciado en Químicas y en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, profesor de Dibujo en secundaria y Bellas Artes ha realizado multitud de exposiciones individuales en Madrid, Barcelona, Bilbao, Santander, Sevilla, París, Milán. Apasionado del paisaje y de la figura humana ha desarrollado una temática siempre tomando a la naturaleza como modelo. Muy comprometido con el medio rural, le duele especialmente la situación actual del campo.