Tasio, de 47 años y originario de Bulgaria, ha sido uno de los ‘Sin techo’ desalojados la madrugada de este viernesen el Paseo del Prado entre fuertes medidas de seguridad. Según indica, los efectivos encargados de llevar a cabo esta operación acudieron a la zona con autobuses para trasladar a las personas sin hogar al albergue social de San Isidro. Ahí, justo en este momento, cambió su destino por su mascota: se negó a la ayuda que le ofrecía el Ayuntamiento de Madrid para no abandonar a Bobbie, su "única familia", en la perrera municipal como le explicó la Policía.
Según señala a Madridiario, él sí quería recibir ayuda social cuando le comentaron que iba a ser entrevistado en el citado albergue y estudiarían su caso para ver qué solución podían darle. Al ver que accedía al autobús con Bobbie, los efectivos policiales le comentaron que solo podría hacerlo si lo dejaba en la perrera municipal. Ante esto, Tasio indica que solo pudo acatar la orden de no subir al autobús, no la de desprenderse de su mascota.
La ‘familia’ de Tasio, como él define la relación tan especial que mantiene con su perro, comenzó cuando decidió aceptar un trabajo de interno en un piso de Madrid. Durante años estuvo cuidando de una anciana y paseando a su can, Bobbie. El problema vino cuando la mujer falleció y sus hijos quisieron desentenderse del animal. Fue en ese momento cuando Tasio decidió quedarselo y forjó el vínculo que ambos tienen.
Ante la negativa a la petición realizada por la Policía, Tasio asegura que no sabe dónde va a dormir a partir de ahora pero sí tiene clara una cosa: no va a abandonar jamás a su animal.