Tenemos miedo.
De mirar atrás.
De que le sigan.
De que nos piropeen mientras que vamos solas.
De que lo escuche.
De no haber aprendido a correr, a pegar, a resistirse, o abrir la puerta lo suficientemente rápido.
De que corran más que ella, que le peguen, que no aguante un poco más o que se le caigan las llaves.
De que no llegue ese mensaje que ha dicho que iba a enviar a llegar a casa.
De que no llegue.
De no poder enviarlo. Porque no he llegado.
Porque a veces no da tiempo marcar el 016 y los gritos a veces no se escuchan. Porque, aunque juntas, seguimos corriendo solas y porque les seguís dejando volar aún habiendo cortado ya unas alas.
Las XX, tenemos miedo y los XY también.
Y esto es una voz más, por si no son suficientes todavía…