El Consejo de Administración de Madrid Calle 30 ha aprobado la cuarta sanción a Emasa, el socio privado de esta empresa mixta, en lo que va de año. Al millón de euros de multa aprobado a mediados de mayo se suma ahora otra de 375.000 euros.
El Consejo de Administración de Madrid Calle 30 celebrado esta semana ha aprobado la imposición de una penalización derivada del incumplimiento contractual en la instalación y mantenimiento del telecontrol del alumbrado a cielo abierto. La sanción asciende a 375.000 euros y se suma a otras tres aprobadas en un consejo anterior, según ha informado el Ayuntamiento de Madrid en una nota.
El pasado mes de noviembre el consejo de la sociedad mixta abrió seis expedientes. En este último caso de sanción, el Consistorio sostiene que "los estudios realizados concluyen que las obras no se corresponden a las condiciones contractuales firmadas".
De hecho, el Ayuntamiento afirma que no ha sido hasta la incoación de este expediente cuando han empezado los trabajos para la colocación del telecontrol del alumbrado. "La empresa privada ha realizado unas obras que no se corresponden exactamente con el contrato suscrito entre ambas partes en 2005 y modificado en 2007", insiste el Ayuntamiento.
La penalización sucede a las impuestas por otros tres expedientes conocidos hace unas semanas.
Comisión de investigación
El próximo martes 6 de junio tendrá lugar la primera sesión de la comisión no permanente de investigación creada por acuerdo plenario en febrero de este año para aclarar su situación económica financiera y la incidencia sobre las cuentas del Ayuntamiento. Cuenta con la participación de los cuatro grupos municipales.
La sesión estará centrada en la ejecución de las obras, proyectos, impacto ambiental, afección a los vecinos durante los trabajos, plazos de ejecución y presupuestos, deficiencias, constitución inicial de la sociedad y justificación económica del modelo elegido.
Madrid Calle 30 está participada por el Ayuntamiento, que tiene el 80 por ciento del capital, y por un socio privado, EMESA, que cuenta con el tanto por ciento restante tras el cambio de modelo de gestión aprobado en 2004.
"El Ayuntamiento destina anualmente alrededor de 140 millones de euros a Madrid Calle 30 (única fuente anual de ingresos de la sociedad), de los que solo unos 28 están consignados al mantenimiento y explotación de la infraestructura. El resto va al pago de intereses de la deuda, reparto de dividendos al socio privado, pago de IVA e impuestos de sociedades, si bien una porción revierte en el reparto de dividendos al Ayuntamiento de Madrid", señala el Consistorio.
El Ayuntamiento recuerda que la sociedad se fundó inicialmente para construir los túneles de la M-30, "de forma que el coste de estas grandes obras no computaron como deuda municipal". El objeto social y la actividad principal incluyen la gestión, explotación y mantenimiento, además de las obras de reforma y mejora, de la vía de circunvalación M-30 y sus infraestructuras y espacios relacionados. "La sociedad ya no tiene deuda, subrogada en 2011 al Ayuntamiento, aunque sigue funcionando con el diseño mercantil inicial", indica el comunicado.