Todo apunta a que, pese a la constitución de una gestora tras la dramática división en la que se ha sumido el partido con la votación que ha logrado tumbar a Pedro Sánchez de la Secretaría General, la situación está lejos de apaciguarse en Ferraz.
Esta mañana, las dos puertas principales de la sede estatal de los socialistas permanecían cerradas a cal y canto pero con los restos de varios huevos lanzados contra las cortinas metálicas y las rampas de acceso.
La calle, que reabrió al tráfico cerca de la medianoche, sigue presentando los signos de la concentración organizada a las puertas de la sede socialista. Docenas de personas exhibieron respaldo a Sánchez y reprocharon la actitud de la presidenta andaluza, Susana Díaz.
Ahora, un cartel manuscrito colocado en una de las ventanas del edificio -que siguen cegadas- tacha a la secretaria general de los andaluces y a la presidenta de la Mesa de la última Ejecutiva federal, su fiel Verónica Pérez, de "trepas y chafarderas".
Cabe recordar que durante todo el sábado, pero especialmente al inicio y al término del comité, docenas de simpatizantes increparon a los principales representantes del sector crítico y la Policía tuvo que intervenir para formar un cordón de seguridad.